El que diga que no se sorprendió con su disparo-trueno, miente. Ahora lo estamos buscando.
En 2007, la revista inglesa World Soccer jugó a la bola de cristal e hizo un escalafón con las 50 promesas más excitantes del planeta fútbol. Alexis Sánchez, Karim Benzema, Sergio Agüero, Ángel Di María, Toni Kroos, Juan Mata e Ivan Rakitic aparecieron en la lista… al lado de Cristian Nazarit, el tanquecito colombiano de 17 años que la rompió con la Selección Colombia Sub-17 que llegó a octavos de final del Mundial de Corea de ese año.
Debutó como profesional en el América, aún con soroche por la aventura en Oriente y algo borracho de fama. Los 10 goles de su primera temporada, más su físico colosal, camuflaron su pobre control de balón y su desorientación en la cancha. Santa Fe vio en él a una estrella y lo inscribió en su nómina. Cristian llegó junto a 17 refuerzos más que el rojo bogotano trajo para salir de un pantano de malos resultados. El pelado, a pesar de su cara de niño, llegó como promesa de goles y como promisorio negocio estelar.
Otro buscado por cielo y tierra: Johnny Ramírez
Pero Bogotá le pegó fuerte a su genética vallecaucana y tiritó de frío junto a los suplentes. Sus dos primeros años en Santa Fe fueron un auténtico calvario y ni el Pecos, primero, ni el Bolillo, después, le compraron el cuento. Lo suyo fue jugar los “minutos basura” con el partido liquidado (a favor o en contra). Cuando entró, entorpecido por la falta de confianza, nunca supo responder y entonces la hinchada también le volteó la espalda.
En 2010, por fin, le llegó su momento y además de jugar más partidos que en los dos años anteriores juntos, duplicó su récord goleador: 11 goles. Dos dígitos. La potencia infernal de su pateo se hizo viral y el viento cálido del reconocimiento le ayudó con el frío bogotano. Supuestamente el Real Madrid y el Chelsea se interesaron por él… El Eto’o colombiano –cómo jodemos a nuestros futbolistas con las comparaciones– estaba de vuelta.
Con ustedes, su famoso disparo-trueno. Echamos en falta al Grone…
Seducido por los cantos de sirena, en enero de 2011 le dijo no más a Santa Fe. Quería ganar más pasta y con el furor de los 20 años, enloquecido por Disney, se fue a divertir gringos. Hasta ahí supimos del niño colado entre la lista de los cracks.
El buscado más viral: Juan Pablo Pino
El primer desfalco, con 14 partidos y dos goles, fue con el Chicago Fire. Después fue al Cali y al Rionegro y metió en su calculadora goleadora 50 partidos y 8 pinches goles. Saltó a Chile para jugar en Deportivo Concepción y allí siguió su leyenda: 10 partidos, un gol. También pasó de agache por el Pasto y el Medellín, su último club en la patria.
Hoy, dicen, se llena de plata en Catar. Bien por él, bien por su familia; mal por el fútbol colombiano que echa en falta su disparo trueno y su potencia de rinoceronte. Con apenas 27 años lo que le queda es fútbol. Si lo ve, si se lo encuentra por ahí, anímelo a volver a Colombia. En su caso, el tiempo vale oro y la plata, que seguro ya le sobra, puede esperar.
Termine buscando a: Juan Carlos Toja
Foto:
Chicago Tribune