Cuadrado tuvo que estar en primera fila desde el banco para ver show de Cristiano Ronaldo.
Mandar sin proponérselo
En los dos primeros minutos del partido vimos el juego que intuíamos: una Juve replegada y junta, contra un Madrid moviendo el balón y haciendo uso del factor Isco. Así llegó el primer gol de Cristiano. La situación obligó a la Juve a romper la partitura inicial y cambiar su disposición.
Pudimos ver entonces a un equipo suelto, ofensivo y atrevido que asumió el enorme peligro de darle muchos metros al Madrid para correr en las contras. Vimos a Asamoah y Alex Sandro –lateral y volante en un 4-4-2– tomando mayor altura y atacando a Carvajal; Douglas Costa se pegó a la raya y si bien entró poco en juego mantuvo ocupado a Marcelo; Khedira y Betancourt se atrevieron a pisar el área; Dybala logró encontrar huecos para recibir a la espalda de Casemiro.
La Juve logró jugar un gran primer tiempo. No fue su premisa inicial, pero termino imponiendo condiciones y tuvo tres opciones claras de gol. Terminaron siendo 45 minutos más de los jugadores que de Allegri.
Además la presencia de Isco le jugó a favor a la Juve cuando se propuso atacar. El malagueño fue indetectable para la Juve cuando defendió, omnipresente y esquivo, pero en ataque, hoy con cinco volantes si sumamos a Dybala, contra tres del Real Madrid, la Juve logró mandar en la mitad. El segundo tiempo por varias razones fue otra distinto.
Tapar la grieta
El segundo tiempo arrancó con una tónica parecida al primero. La Juve no mostró la misma claridad para circular la pelota, pero era clara la dificultad del Madrid para cubrir el ancho de la cancha, pues la Juve siguió atacando con doble pareja en banda. Zidane entendió que no podía seguir jugando con Isco y Benzema al tiempo, y al minuto 59 reaccionó: sacó a Benzema, metió a Lucas Vázquez a jugar de cuarto volante por derecha y el Madrid pasó a un 4-4-1-1 con Isco y Cristiano arriba.
La mejoría del Madrid para defender fue sustancial. A los seis minutos en una pelota larga en la que dudó Chiellini, Cristiano puso el segundo con un gol antológico. De los mejores de su carrera. A los dos minutos Dybala llegó tarde a un balón, doble amarilla y el partido terminó…
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Un golpe para Cuadrado
Los quince minutos que jugó Cuadrado no resisten ningún análisis. Entró al minuto 76 con un 0-3 abajo y su equipo jugando con diez. Falló una ocasión clara al 91 que le hubiera podido dar un poquito de aire a la Juve en el partido de vuelta. Al margen de esa jugada puntual, lo relevante fue la decisión de Allegri de prescindir de él en el partido más importante de la temporada.
El plan del DT fue un 4-4-2 para atacar con doble pareja en banda, usando a los laterales para que fueron profundos y a los volantes que se metieran hacía adentro para hacer 2 vs 1 y liberar el pasillo. En esa tarea Cuadrado es mucho más peligroso que Asamoah que aportó muy poco. También Allegri pudo usar a Cuadrado para el segundo tiempo, pero no lo hizo y solo lo metió cuando la serie estaba sentenciada. Un golpe duro para Juan Guillermo.
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Foto: as.com