¿Quién no quiso ser parte del mundo del fútbol? Unos quisieron ser las estrellas bajo los reflectores, otros soñaron con dirigir el equipo campeón del mundo, y otros quisieron ser el hombre detrás de las cortinas: el representante de los jugadores. Quizás le sorprenda, pero es muy común que alguien se interese por ser un intermediario de futbolistas. Es tan común, que la consulta que más recibe GHER & Asociados -firma de Derecho Deportivo en Bogotá- es “¿cómo puedo representar jugadores?”. Por esto, decidieron escribir las 5 cosas más importantes que todo intermediario o, cualquier persona que quiera hacerlo, debe tener en cuenta:
1. Licencias para intermediarios: Primero lo primero, para poder ser intermediario FIFA y poder efectivamente representar a futbolistas profesionales, se debe solicitar una licencia ante la Federación respectiva. Aquellas épocas de los tíos peleándose a ver quién representa al crack de la familia se acabaron. Al menos eso se pretende. Para el caso de Colombia, esta licencia se renueva anualmente y tiene un costo de aproximadamente USD $1.150 para personar y aproximadamente USD $1.610 para empresas. Si usted solo le dio para el Fifazo en PlayStation pero tiene amigos del barrio que son una mina de oro, puede encontrar todos los requisitos para sacar su licencia acá.
2. Networking: Viene lo más difícil para un intermediario FIFA. Ya tiene su licencia, ahora consiga el talento. Le damos un dato desalentador: la gente ya no pone sus teléfonos en el directorio. ¿Cómo va a conseguir fútbolistas? Puede tratar por Twitter… buena suerte. GHER & Asociados le cuenta que debe contar con muy buenas relaciones interpersonales dentro de la familia del fútbol. Ser intermedirario no es un hobby o algo que hace mientras hace filas (a pesar de que en Colombia nos gusta hacer filas para todo).Un buen intermediario tiene que viajar bastante. Tiene que establecer buenas relaciones con las escuelas de formación, con sus técnicos, con los jugadores que va a representar, sus familias, sus directivos, los porteros, etc. ¿Cómo se logra eso? Sacando tiempo para hacer las visitas, para escuchar a la gente y conocerlos. Si el intermediario realmente hace su trabajo va generar confianza y adicionalmente va a construir alianzas a través del famoso ‘networking’ (el bueno, no el tráfico de influencias). Así, seguramente su gestión se verá recompensada en algunos años de trabajo. Años. No significa que no vea progresos a corto plazo, pero recuerde que Totti no se construyó en un día.
3. Conocimientos básicos: Cuando se deciden a entrar en este mundo, muchos intermediarios creen que representar futbolistas es ser un buen ojeador y saber de fútbol. Claro que es parte del trabajo, de la misma forma que saber poner tildes es parte del trabajo de un escritor, pero la cosa no se queda ahí. Si se quiere trascender en este medio tan competitivo, hay que estar afilado por todos lados. Consideramos fundamentales conocimientos en normatividad deportiva nacional e internacional. No lo pueden agarrar mal parado con temas contractuales, laborales, comerciales porque basta un error legal para acabar con la carrera de una joven promesa. Además, conocer de contabilidad, finanzas básicas, habilidades comerciales y aspectos migratorios le va a permitir la proyección internacional que su jugador seguramente quiere. Finalmente, temas tributarios. ¿Se fijó en Messi? El mejor jugador del mundo metido en una polémica de fraude fiscal innecesaria. ¿Para qué manchar el nombre de su jugador con el estigma de ladrón? El caso de Messi hay que estudiarlo en detalle antes de emitir un concepto, pero en primer lugar, hágale un favor a su jugador y evítele el caso. Si se prepara y logra tener una noción general de estos temas, será mucho más eficiente en su trabajo. Hay muchos que saben de fútbol pero realmente muy pocos a nivel mundial se estructuran para entender las minucias que estructuran el negocio del fútbol.
4. Asesoramiento legal: Sí, repetimos, se debe tener conocimientos básicos de la normatividad deportiva y la legislación nacional. Sin embargo, como la mayoría de intermediarios no estudian Derecho, siempre es necesario asesorarse en temas legales de manera integral. Un soporte legal, no sólo de cara al contrato que firma para representar a un jugador, sino también en los convenios de transferencia y contratos laborales de sus jugadores representados. Algo que nos sorprende como abogados deportivos es que la mayoría de contratos de representación, o incluso de transferencia, no cuentan con las garantías mínimas entre las partes. Esta es la principal causa de los problemas que a diario se observan en la justicia deportiva.
5. No centrarse en un solo jugador: Por último, recuerde que este también es un negocio, y por eso le damos el consejo de siempre: “no ponga todos los huevos en la misma canasta”. Nuestra recomendación es contar con una variedad de jugadores en distintas posiciones. Esto significa, que se debe tener un balance entre los jugadores profesionales de primer nivel, de segundo nivel y aquellos jugadores canteranos que pueden llegar a ser estrellas. Le trazamos el siguiente paralelo: un restaurante en la zona G de Bogotá le dará status y 4 corrientazos le darán buena renta. Eso sí, maneje la misma ética con todos sus jugadores: nunca los subestime por la posición donde se encuentran. Además, siempre hay que enfocarse en los torneos importantes de fútbol aficionado, ya que de ahí es que salen las verdaderas estrellas. Vaya y pase su tarde en fijándose en torneos de fútbol base. Sí, todos quieren representar a ese gran jugador que se convierta en el ’10’ del Real Madrid, pero para llegar a él cuantos partidos de Pony Fútbol cree que tiene que ver. Este es un punto fundamental ya que en muchas de nuestras experiencias con algunos clientes nos ha llamado la atención que todos aspiran que sus jugadores lleguen algún día al Bernabeú, sin embargo se les olvida pasar por “El Olaya”.
Una primera versión de este texto fue publicado en el blog de nuestro amigos de GHER & Asociados.
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