La afición de Millonarios volvió a responder y otra vez llenó el Campín para arropar a su equipo en el que era el partido más importante del semestre. Millos produjo más opciones de gol que juego y con eso le alcanzó para ganarle justamente al equipo B de Nacional.
Diego Cocca ha logrado lo que le toma a otros entrenadores más de tres meses: encontrar un once fijo, sostener una propuesta continuamente y generar sinergías entre los jugadores que se repitan permanentemente en los partidos. Eso es un logro tremendo del entrenador argentino.
Millos salió con su XI de gala: Vikonis; Díaz, Franco, Cadavid y Machado; Henao de medio centro, Rojas y Barreto de interiores; Maxi Núñez y ‘Manga’ Escobar de extremos y Ayron Del Valle, en punta, moviéndose por todo el frente de ataque. Ayer más que nunca, el equipo apeló a los tres de arriba y renunció a la elaboración.
Nacional, por su parte, puso lo que podía poner. El calendario lo obligó a usar un equipo B, encabezado por Bernal, Élkin Blanco, Juan Pablo Ramírez y -el mejor del equipo- Cristían Dájome. Lo mejor de Nacional fueron los primeros quince minutos del partido. A veces, marcar tan pronto contra un rival peligroso y en un estadio difícil se puede convertir en una situación adversa. Eso le pasó a Nacional.
En el arranque del partido Millos no encontró la pelota por la buena movilidad del rival que lograba circular con muchos hombres en campo contrario. Las ideas las ponía Ramírez y el desequilibrio Dájome. A los cinco minutos, Rodin Quiñónes marcó una excelente diagonal, eludió a Vikonis y definió con el arco solo. 0-1.
Nacional cometió el error de empezar a defender tan temprano. Millonarios cogió la iniciativa del juego, dejó de estar tan impreciso con la pelota e inclinó la cancha durante 75 minutos. A partir de ahí se vio un asedio permanente en el arco de Vargas. Primero, le cometieron un penalti a Barreto que vio todo el mundo menos el central. Después, Cadavid se levantó en un tiro de esquina y el balón rozó el segundo palo. En la más clara del primer tiempo, ‘Manga’ aprovechó un despiste de los centrales y quedó mano a mano a cuatro metros del arco. Se le fue larga.
Millonarios fabricó muchísimo peligro, pero no juego. Ayer el equipo, en ataque, no tuvo mediocampo. La mitad fue una zona de tránsito. Apenas Henao, Rojas o Barreto recuperaban, ponían a correr a ‘Manga’ y Del Valle. Jamás Millos se preocupó por desgastar y elaborar. Ese afán para atacar partió al equipo y lo hizo vulnerable al contragolpe. Nacional no aprovechó esa situación. Sin embargo, otro equipo con un ADN más vertical pudo haber sentenciado el partido.
Para la segunda parte no hubo cambios y la tónica del partido se mantuvo. Al 51′, Ayron Del Valle se juntó con Maxi y mandó a las nubes un mano a mano. El asedio azul siguió. Ayron marcó una diagonal, quedó mano a mano, esta vez la picó, iba para adentro, pero inexplicablemente Barreto decidió empujarla en la línea. Claro fuera de lugar. Barreto literalmente le quitó el gol a su equipo.
La mitad de la cancha siguió siendo un mero peaje, no era la noche de Barreto y había que juntar al equipo con juego. Por eso, con 30 minutos por jugar, entraron Robayo y Macalister Silva por Díaz y Rojas. Inmediatamente el equipo empezó a atacar más junto. Al 68′ Millos volvió a sacar petróleo de uno de sus mejores argumentos: los centros de Maxi Núñez. Como en muchos partidos, centro preciso a la cabeza de Ayron Del Valle y para adentro. 1-1.
Millos no le dio chance a Nacional de reaccionar y a los cuatro minutos le dio otra cachetada. Macalister tuvo mucho espacio para conducir fuera del área, disparó y el balón se desvió en el camino. Vargas ya estaba jugado y el Campín gritó el segundo. A Cocca le sabía a poco el 2-1 y sabía que por la dinámica del partido había que buscar el tercero. El equipo lo intentó, pero el desgaste en una cancha pesada y mojada se sintió.
En el Atanasio será otra historia, aun si Rueda repite la nómina alternativa. En los primeros quince, el equipo demostró que puede poner en aprietos a Millonarios. Será un lindo juego. Cocca, a un paso de la semifinal y de obtener el tiquete a la Copa Libertadores 2017, está cerca de hacer historia en el club.
Foto: