Cinco centímetros más bajito, pero con las mismas trenzas, la potencia y el descaro para encarar. Así es el Willian colombiano.
El último de los hermanos de una familia de futbolistas como no hay otra en Colombia, formado en las divisiones menores del Tolima, figura en México y el jugador de moda del fútbol colombiano. Yimmi Chará: no hay nadie en el fútbol que se parezca más Willian, el maravilloso extremo del Chelsea.
Acompáñenos a descubrir qué cosas tienen en común estos picantes delanteros.
Gambeta en corto y en largo
La gran familia de los gambeteadores tiene varias ramas. Los hay especialistas en el contragolpe. Otros, como Isco o Giovanni Moreno, son malabaristas de baldosa: con poco y quietos parten caderas. Y hay unos, como Chará y Willian, que desequilibran de las dos maneras. Al galope y en espacio reducido.
Si están enfrentando a una defensa replegada, estacionada detrás de la línea del balón, el brasilero y el colombiano igual pueden quebrarla. Con paredes, engaños o con su explosión en los primeros metros. Pero si su equipo recupera el balón y tiene espacio para contragolpear, lo mejor que puede hacer el hincha del equipo rival es cerrar los ojos y rezar. En velocidad te matan. Son gambeteadores de tiempo completo.
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El cañón sobre la marcha
Hay jugadores que tienen buen disparo cuando están quietos, pero que sufren para patear en velocidad. Requieren de tiempo y espacio para golpear con la superficie correcta y la precisión necesaria.
Ese no es el caso de Chará y Willian. Al contrario, piensan más en el arco cuando prenden la moto. Sacan disparos sobre la marcha que el portero y los defensas no esperan. Son imprevisibles, espontáneos. Son jugadores que rompen el libreto. Ningún lateral duerme bien cuando los tiene que enfrentar.
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Sin problema de perfil
A Yimmi lo vimos jugar de cinco adelantado y de volante ofensivo en el Tolima. En el Junior, Comesaña lo ha usado como volante por derecha o izquierda en una línea de cuatro, como enlace al lado de Teo y como delantero. Solo le ha faltado ponerse los guantes. Chará, al contrario de otros extremos, no se vuelve menos peligroso por cambiar de perfil.
Willian es igual. Conte y Mourinho lo han usado de extremo por izquierda y derecha es sus sistemas. Ha jugado en el sitio de Hazard y en el de Oscar, cuando estaba. Ha puesto patas arriba Stanford Bridge en ambas bandas y también por el centro.
Jugadores así le dan muchas posibilidades al ataque de sus equipos. A los rivales les cuesta mucho intuir sus decisiones. Sin ser ambidiestros, no tienen problema de perfil.
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Espejito espejito
Por último, este no es un parecido con el balón, pero es imposible obviarlo. Willian parece primo de los Chará. El biotipo, los rasgos de la cara, la estatura, la manera de correr. Una foto del Willian con trenzas cuando jugaba en el Shaktar parece sacada del álbum familiar de los Chará.
A este paso, no es una locura pensar que Yimmi pueda enfrentar a su doble en Inglaterra. El Willian colombiano, si está bien, no tiene nada que envidiarle al brasilero.