Ante tanto sufrimiento, ante desesperación, ante tanta frustración, el hincha de Millonarios cometió algunas injusticias:
Con la 15 en la mano y la cabeza fría (o aunque sea enfriándose), reflexione y discúlpese con:
El desconocido
Cuando los jugadores meten lo que mete ‘Jhonfre’ y juegan tan bien como lo hace ‘Jhonfre’ los hinchas caen rendidos a sus pies. Hoy es ídolo, el hombre de la 15, todos lo quieren, lo miman, lo respetan; los hinchas azules —borrachos y no— lo piden para la Selección. Con el diario del lunes, con la copa en la vitrina, querer a Duque (y a cualquier otro jugador de Millos) es muy fácil.
Pero no sean descarados, den un paso al frente los que se tuvieron que comer sus palabras. Sean valientes y asúmanlo todos los que a principio de año, sin siquiera conocerlo, se quejaron burlonamente del pelado que llegó de Fortaleza. “Siempre es lo mismo con Millonarios, lo mismo de siempre: refuerzos livianos con los que no se puede aspirar a nada”.
“Dizque Duque, ¿quién es ese tal Duque”. Bueno, ahora lo conocen.
Le va a gustar: Yo fui suplente de Jhon Duque en la Universidad de los Andes
El Presidente
Camacho, ay Camacho. El señor presidente se acostumbró a vivir con la soga al cuello. Los hinchas, los periodistas y en genera el mundo fútbol siempre ha cuestionado sus decisiones y ha puesto en duda su conocimiento sobre fútbol y sus capacidades para dirigir a un club. Ahora, con la estrella 15 brillándole en la frente, puede callarnos a todos.
La estrategia de gastar una gran porción del presupuesto anual en el cuerpo técnico fue tan cuestionada como acertada. Pero para llegar a esto tuvieron que pasar cosas feas: primero vino Cocca, hizo un papelón y dejó retratado a Camacho. Aún así el presidente se mantuvo consecuente. El dilema era si engallar el carro o pagarle a un piloto de alta escuela; y se fue por lo segundo.
Por eso es que Miguel Ángel vale lo que vale. Un gran piloto no necesita de un Ferrari para ganar. Camacho entendió esto mejor que nadie y ya sabemos cuál fue el resultado.
Le puede interesar: Carta a los hinchas de Millos menores de 30
La Superestrella
Hoy todo el Mundo Millos repite a manera de mantra que este equipo ganó la 15 sin tener a una gran figura en el plantel. Y es verdad. Pero ese no era el plan inicial. Duvier Riascos llegó a Bogotá con cartel y sueldo de figura.
Su nombre y su trayectoria ilusionaron mucho a los hinchas, que de a poco se fueron dando cuenta de que Riascos no era Messi y que él solo no les iba a arreglar el caminado. Rápidamente la ilusión se convirtió en gritos y chiflidos, en putazos. Su egoísmo excesivo y su mala toma de decisiones lo enemistaron con la tribuna.
Las lesiones tampoco lo ayudaron y muchos lo dieron por muerto. Otro fracaso más, pensaron. Pero Russo lo aguantó y cuando Riascos estuvo bien lo puso siempre. El delantero devolvió la confianza.
Desde las últimas fechas del todos contra todos hasta la final, fue de menos a más. En la última escena, en un Campín rojo, Duvier, magistral, sacó toda la jerarquía que se le exigía. Se jugó su mejor partido con Millonarios. Fue uno de los mejores de la final, si no el mejor, y cuando el partido más caliente estaba él le puso hielo, lo enfrío, le bajó las revoluciones y marcó el tempo con el que su equipo llegó hasta el pitazo final.
Nunca fue la superestrella que esperábamos, pero puso su grano de arena. El próximo semestre, sin tanta presión, tal vez nos sorprenda.
El Capitán
Este es cortico y al pie. Las limitaciones de Cadavid son grandes y no son pocas. Por eso, durante muchos semestres, el central ha sido blanco de críticas y burlas por parte de propios y ajenos…
…pero ya basta. No solo por el gol en la final, sino por el año tremendo que jugó (6 goles, 0 expulsiones), por su entrega brutal, por su profesionalismo, por sus declaraciones con el corazón, y por más, llegó la hora de reconocer que en Cadavid Millos tiene a un jugador valiosísimo.
Lea también: Andrés Cadavid: el corazón de Millonarios
Foto:
Publimetro