Esta es la banda que se armaría llamando únicamente a jugadores del Pacífico que estén jugando en el FPC.
Arquero: Carlos Bejarano (Quibdó / América de Cali)
El América finalmente se salvó, pero no ha jugado bien. Colectivamente no funciona y el nivel de sus referentes es muy bajo. Sin embargo, si ha habido alguien determinante en todo este proceso del ascenso y la permanencia en la A, ese es Carlos Bejarano. La solidez defensiva fue la clave del ‘Polilla’ para salvar a la ‘Mecha’. En los últimos nueve partidos del todos contra todos, a Bejaraña solo le hicieron 4 goles.
Lateral derecho: Henry Obando (Tumaco / Bucaramanga)
Hay que decirlo, Henry no es el más técnico ni el más elegante. Pero ante la escasez extrema de laterales derechos, su velocidad endiablada es oro puro. Corre como un quemado y cuando la tira larga no hay quién lo alcance. Se proyecta muy bien por la banda y, aunque debe trabajar en eso, sus centros son aceptables para nuestro fútbol.
Primer central: Julián Quiñones (Tumaco / Dep.Tolima)
En Santa Fe todavía lo aman por el gol que le hizo al Pasto en la final del 2012. Aunque tal vez esperábamos más de él —muchos nos lo imaginamos en el exterior—, hoy es el patrón de la defensa del Tolima. Su biotipo es uno de los mejores del FPC: 1,95 de estatura y 87 kilos de pura fibra. Es de esos centrales agresivos para marcar. Por arriba no pierde una.
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Segundo central: Dani Rosero (Tumaco / Dep. Cali)
A pesar de que muchos lo señalan como uno de los culpables de la pésima campaña del Cali, sus condiciones son irrefutables. En Patriotas la rompió y el semestre pasado fue una roca en el Cali. A diferencia del primero, Rosero es un central intuitivo que va menos al choque. Su velocidad para cambiar de ritmo lo hace un maestro de la anticipación.
Lateral izquierdo: Darwin Andrade (Quibdó / Dep. Cali)
A este lo llamamos por su pasado y no por su presente. Después de romperla en el Standard Liege de Bélgica y de haber tenido el chico en la Selección, Darwin se cayó. En su regreso al país, con el Cali, ha jugado poco y necesita de este llamado para cogerse confianza. En estos tiempos de laterales largos, Darwin destaca por su solidez defensiva. Es muy aplicado tácticamente, no descuida la marca ni cede espacios. Tiene un bate en su pierna izquierda para tirar despejes orientados y centros al área.
Volante de marca: Didier Moreno (Bajo Baudó / DIM)
A pesar de la mala campaña que tuvo el DIM, Moreno es uno de los volantes de marca más completos del torneo. Hizo parte de la selección Colombia Sub-20 de James, Santi Arias, Muriel y compañía. En los últimos años ha venido cogiendo un gran nivel. Es recuperador, pero también constructor. Su salida en corto es limpia y tiene un juego largo magnífico. No es Busquets, pero algo es algo.
Volante de marca: Elkin Blanco (Acandí / América)
Digan lo que digan, todos los equipos del mundo quieren uno así. Un caracortada. Un Gattuso. Un volante de corte con jerarquía y cancha, mucha cancha. Ponemos a Elkin para compensar la intermitencia y el escaso compromiso táctico de nuestro volantes ofensivos.
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Enganche: Deinner Quiñones (Tumaco / Dep. Tolima)
Deinner es un cóctel letal: mucha técnica, regate y una aceleración explosiva. Es el típico extremo zurdo que la lleva soldada al pie cuando va en velocidad, y que, cuando juega por derecha, engancha hacia adentro para pegar (estilo Robben). Además, si se tira por el centro —que es donde va a jugar en nuestra Selección— también tiene capacidad para combinar y filtrar. ¿Su problema? Como todos los recracks, es intermitente.
Extremo derecho: Rodin Quiñones (Tumaco / Nacional)
A pesar de que con Lillo ha perdido mucho protagonismo, lo llamamos a la Selección porque es el prototipo del extremo colombiano: rápido, potente, una fiera en el uno contra uno y con gol. No es un monumento al orden, pero en el Nacional de Rueda nos demostró que si lo pullan puede ser solidario en marca.
Extremo izquierdo: Harold Santiago Mosquera (Buenaventura / Millos)
Aunque arrancó brillante y ha ido perdiendo terreno, Mosquera es la gran aparición del FPC. Puede jugar por izquierda y por derecha, tiene mucho gol y podría ser el mejor gambeteador de la liga. Además, cuando la situación se lo exige también puede hacer de organizador. Con un Mosquera cerebral por izquierda y un Rodin desbocado por derecha, la Selección Pacífico se va a comer el mundo.
Punta: Cristian Martínez Borja (Quibdó)
La ficha más importante en la permanencia del América. Sus goles fueron puntos. Después de haber tenido pasos muy irregulares por varios clubes, Borja encontró su mejor versión. En un equipo que no elabora y que vive de tirarle la papa caliente a los de arriba, su excepcional juego de espaldas al arco ha sido la salvación. No hay quien lo mueva. Controlar, aguantar, girar y fusilar… Ya son 20 goles en lo que va del año.
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