El once ideal de cracks delincuentes

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Este es el once ideal en el que ningún jugador del mundo quisiera estar.

 

René Higuita (arquero)

Genio y figura dentro del rectángulo verde. Lo que muchos no recuerdan —o no quieren recordar— es que este campeón de América estuvo en la cárcel. Fue detenido el primero de junio de 1993 por quedarse con parte de la recompensa del secuestro de Claudia Molina, hija de Luis Carlos Molina, comerciante y un lavador de dinero del cartel de Medellín. El secuestro lo había ordenado el mismo Pablo Escobar.

 

René fue intermediario en la liberación del secuestro, sin embargo, las autoridades comprobaron que el arquero se quedó con parte de la recompensa. Higuita terminó devolviendo el dinero, pagando una fianza y quedó libre a finales de ese mismo año. El autogol de su vida.

 

Vinícius Rodriguez Borges (defensa)

Este defensa brasilero debutó en el Sao Paulo en el 2007. Un año después tocó el cielo cuando fue traspasado al Bayern Múnich. En la noche del 20 de septiembre de 2011, en un estado de total alicoramiento, quemó intencionalmente su casa en Múnich. Fue detenido y pagó tres años y nueve meses de cárcel en Alemania.

 

Cumplió su condena y se devolvió a su país.

 

Día del juicio oral en que Mascherano aceptó el delito fiscal. Foto: periodicorreo.com.mx

 

Javier Mascherano (defensa)

El ‘Jefecito’ sufrió en el 2016 la marca más pegajosa de su carrera: la del Ministerio de Hacienda español. Fue encontrado culpable de dos delitos fiscales por los ejercicios tributarios de 2011 y 2012. Javier se declaró culpable, fue condenado a un año de presión excarcelable y pagó una multa de 816.000 euros. Ni el Tiki-Taka ayudó a ‘Masche’ a burlar al fisco español.

 

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Wilson Pérez (defensa)

Este lateral de buen pie y con gran ida y vuelta es uno de los consentidos de la historia del América de Cali. Con la ‘Mechita’ ganó cinco ligas entre el 1985 y 1997. Fue lateral de la Selección Colombia, campeón juvenil y mundialista en USA 94.

 

Lastimosamente, el 16 de octubre de 1995 fue capturado en el aeropuerto de Barranquilla por porte de cocaína cuando se disponía a abordar un vuelo hacia Cali. La condena terminó siendo proferida en diciembre de 1997, por cuatro años y dos meses de prisión.

 

Nizar Trabelsi (volante)

El caso de este volante tunecino es escabroso. Es una historia inédita en el fútbol de élite. En 2003 fue condenado a 10 años de prisión por su colaboración con Al-Qaeda y por manejo ilegal de armas pocos días después del 9/11. Dentro de las pruebas por las que fue acusado, se habla de reuniones secretas en Afganistán con ni más ni menos que Osama Bin Laden.

 

Nizar Trabelsi fue enjuiciado por terrorismo.

 

Fredy Rincón (volante)

Es posible que Colombia no haya tenido un volante mixto del nivel de Fredy Rincón. Un superdotado físicamente y un prodigio técnico. El Yaya Toure criollo, para que entienda si tiene menos de 30 años.

 

Por eso fue tan triste ver la foto de Fredy en la página de internet de la Interpol en el 2015 en una circular roja, requiriendo su captura por lavado de activos y narcotráfico. En el 2007 la justicia colombiana confiscó cinco propiedades de Rincón que fueron usadas para lavar dinero de un cartel del narcotráfico. Ya han sido muchos los líos de Rincón con la justicia panameña, brasileña y colombiana.

 

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Arturo Vidal (volante)

Usted se acordaría más de este incidente si Chile no hubiera quedado campeón de la Copa América 2015. La vuelta olímpica tapó tanto bochorno. En plena Copa, Sampaoli le dio un día libre a sus jugadores. Arturo, que lo de rey a veces se lo toma muy en serio, iba totalmente borracho cuando estrelló su Ferrari en un carretera a las afueras de Santiago. El accidente pudo ser fatal y Arturo pasó la noche en la comisaria.

 

Sampaoli se hizo el gringo, no dijo ni hizo nada. Arturo jugó el siguiente partido y el título lo tapó todo: la desfachatez de Vidal y la cobardía de Sampaoli.

 

Maradona (volante)

La zurda del ‘Pelusa’ es la extremidad con más magia por centímetro cúbico en la historia de la humanidad. Con un tobillo que parecía puro cartílago fue capaz de hacer de todo y contra todos. Único.

 

Pero el otro Diego, el que no está de cortos, ha sido un dolor de cabeza para la justicia: doping, consumo de drogas, evasión de impuestos, lesiones personales, conducción en estado de embriaguez… y sigue. Todo eso sin contar la cantidad de cosas que le han tapado y perdonado por ser el “Diego de la gente”.

 

Messi (extremo)

Después de dos años de juicios, demandas e investigación, el Tribunal Supremo español condenó a Messi a 21 meses de cárcel —excarcelables— por evasión de impuestos en los ejercicios fiscales de 2007, 2008 y 2009, correspondientes a los ingresos por los derechos de su imagen.

 

Leo y su familia argumentaron que la culpa la tuvo su padre y sus asesores, sin embargo, los contratos y sociedades tenían su firma.

 

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Edmundo (delantero)

Este fue un grandísimo delantero brasileño, campeón con el Palmeiras, Vasco da Gama y de la Copa América con su selección. Hábil, rápido, picante y gran definidor. Hizo una dupla temible con Batistuta en la Fiorentina del 97`.

 

Su peor sprint fue en una Grand Cherokee que estrelló contra un Fiat Uno al salir de una discoteca en la zona sur de Río. Tres personas murieron y otras tres resultaron heridas. Según la investigación, Edmundo conducía a gran velocidad.

 

Seis años después, fue condenado a pagar cuatros años y medio de cárcel. El proceso estuvo cerca de prescribir, Edmundo intentó fugarse, pero la justicia brasileña fue implacable.

 

 

Enner Valencia (delantero)

Los diez jugadores anteriores se las han visto con la justicia fuera de la cancha, en los estrados judiciales o en la cárcel. Pero lo de Enner fue lo nunca visto. El veloz delantero tenía una orden de captura por atrasos en las cuotas alimentarias de su hija. La orden, en teoría, había sido suspendida durante el partido de eliminatorias contra Chile en el Atahualpa. Pero las autoridades quisieron actuar y en pleno partido fueron por Enner. El ecuatoriano lo notó, se hizo el lesionado y, con la ayuda de funcionarios del estadio, salió con oxígeno y en camilla directo al hospital.

 

Las autoridades lo persiguieron por la pista atlética en una cinematográfica persecución y fueron hasta la clínica a esperarlo. Esta es, sin duda, la gran imagen de la historia de un crack con problemas judiciales.

 

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Foto:

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