La opinión de los columnistas no refleja necesariamente la de Hablaelbalón.
“Es el colmo que no le hayan dado minutos a Bernardo Espinosa. ¡¿Para qué lo llamaron?!” Eso fue lo que muchos se cuestionaron, cuando vieron salir a Yerry Mina en reemplazo del lesionado Óscar Murillo. De la misma manera, nuestros ilustres periodistas deportivos han buscado echarle más leña al fuego: “Bernardo ha sido llamado hasta cuatro veces, sin llegar a debutar con la tricolor… (parece oírlos) cómo es que Pékerman no le da una oportunidad a este muchacho…”.
Si usted fuera Pékerman, ¿cuáles serían sus 23 para Rusia?
Es completamente normal; después de una fecha de amistosos muy bien llevada y perfectamente administrada por José Néstor, hay quienes buscan como locos un motivo del que puedan colgarse para armar polémica. Quieren armar una tormenta en un vaso de agua y eso sí que no deberíamos permitirlo. Después del partido se dijo de todo, que “era una humillación al pobre Espinosa”, que “podía verse la rosca de Pékerman con los demás centrales”, que “el técnico le está mamando gallo”, en fin. Cada quien puede pensar lo que quiera. Pero, lo que sí tenemos que pedir a estas alturas –tan cerca del Mundial– es un poquito de rigor. El fútbol colombiano es lo suficientemente grande como para que sigamos opinando de fútbol como niñitos caprichosos.
“¡Ah!, es que Pékerman lo llamó y ni siquiera se dio la oportunidad de verlo”. Falso. Fuimos nosotros los que no lo vimos. A veces se nos olvida que el trabajo del cuerpo técnico va mucho más allá de la hora y media que vemos en televisión. Don José y sus ayudantes estuvieron de jueves a martes con Bernardo Espinosa. Seguramente lo estudiaron, lo probaron en diferentes situaciones y vieron cómo se acoplaba al grupo. Después de haberlo visto en los entrenamientos, decidieron que todavía no era el momento de Bernardo. Eso no tiene nada de raro y para eso, en parte, son las concentraciones.
Lea también: FIFA 18: Las cinco grandes conclusiones de los amistosos
“¡Ah! Es que después de la lesión de Murillo debió darle unos minuticos para que el pelao no se quedara sin jugar”. Falso o, por lo menos, cuestionable. Óscar Murillo es el único central zurdo de los convocados por Pékerman. Espinosa, por otro lado, se ha destacado como libero o como central por derecha en la sólida línea de tres del Girona. No es que Don José quiera mamarle gallo a Bernardo, sencillamente consideró que él no era el recambio adecuado para Óscar Murillo. Eso tampoco tiene nada de raro. Además —y esto hay que decirlo— lo que hizo el técnico fue darle minutos muy valiosos a un jugador que en Rusia va a ser uno de sus baluartes y que, de aquí hasta que arranque el Mundial, contará muy poco (o nada) para Valverde en el Barcelona.
En esta época pre-mundial todos queremos jugar a ser seleccionadores, echar números y apostar con los amigos por cuáles jugadores van a Rusia y quiénes se quedan por fuera de las listas; sin embargo, debemos admitir que hay cuestiones tácticas que se escapan a nuestros análisis pasionales. A veces cuestiones tan básicas como que es muy poco probable que un central derecho haga su debut internacional como central por izquierda son consideraciones que se tienen en la élite.
No se vaya sin leer: El WhatsApp de Pékerman después del partido contra Australia
A mí también me hubiera gustado ver a Bernardo Espinosa. Es más, pienso que hubiera hecho un muy buen papel (tal vez mejor que el de Zapata). Pero, insisto, la última palabra la tiene el técnico. Está bien que queramos jugar a ser seleccionadores y es normal que, con tres cervezas en la cabeza, salgamos a decir que Pékerman se quiso burlar de uno de sus jugadores… lo que no está bien ni es normal ni tampoco debe permitirse, es que al momento de hablar seriamente de fútbol surjan juicios tan superfluos y poco informados. Se demanda rigor, señores, ¡sobre todo a los dinosaurios de la prensa!