Edwin Cardona está en un dilema. Esto es lo que haría el columnista Andrés Vargas si pudiera meterse en su cabeza. ¿Y usted, a qué equipo se iría?
Mucho le podrán criticar a Edwin Cardona por su físico, pero su aporte a la Selección es fundamental. Después de Brasil 2014, Pékerman y sus pollitos sufrieron una dura etapa de transición que les obligó a buscar tácticas diferentes para el estilo de los nuevos jugadores que comenzaron a llegar. Cuando fracasó la idea de convertir a James en un armador durante la Copa América de Chile, la escasez de gol se convirtió en una gran preocupación. Pero apareció Cardona… un híbrido entre delantero, armador, segundo recuperador y extremo cuchilla, de esos que entran y salen para desorganizar a la defensa rival.
Sus buenas campañas en el Monterrey de México le abrieron las puertas de la Selección y él supo responder. Sin embargo, después de casi tres años en el club mexicano, y tras una reciente pelea con el técnico Antonio Mohamed, Edwin dio un paso al costado. Hoy, el ‘Gordo’ se encuentra en un gran dilema que podría determinar su presencia, o no, en el Mundial de Rusia: ¿A qué equipo debe ir? ¿Cuál es la decisión correcta?
El pasado 7 de junio se confirmó que Monterrey lo había cedido al Pachuca. No obstante, un día después el mismo jugador dijo no tener intereses personales ni profesionales de seguir jugando en México. El presidente del Pachuca rectificó diciendo que el Monterrey lo había cedido, pero que si llegaba una oferta interesante, los ‘Rayados’ podrían venderlo sin problema.
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Y bien hace Edwin al quererse ir de Centroamérica. La competición mexicana es una de las mejores a nivel continental, pero ya no tiene mucho más que enseñarle. Allí aprendió a regular el desgaste de partidos físicos, a posicionarse bien y a ser más efectivo de cara al arco. Todo eso ya lo tiene por lo que quedarse en el Pachuca sería desaprovechar su buen momento. La misma ecuación aplica para una posible vuelta a Colombia. Por buen equipo que sea Nacional, volver a la tierrita condenaría a Cardona a quedarse para siempre de este lado del Atlántico.
Entonces, lo que yo haría si fuera él sería coger la maleta y probar suerte en Europa. Es momento de arriesgar, de buscar nuevos retos. Desde el año 1000 a.C los medios lo vinculan con una amante andaluza que todavía se niega a dejarlo ir: el Sevilla F.C. Según dicen, la relación nunca se pudo oficializar porque el Monterrey pedía demasiado (13 millones de euros). Pero ahora, con la llegada de Eduardo Berizzo, parece que la operación Cardona se volvió a descongelar. Los medios españoles aseguran que el agente del jugador y el club se reunirán esta semana.
Con Berizzo, en un 4-3-3 o un 4-2-3-1, Edwin podría cumplir con el rol de mediapunta que ocupó Iago Aspas en el Celta de Vigo del argentino. El colombiano también podría jugar en modo ‘Selección’, tirado a un costado. En España, Cardona adquiriría rigor táctico y mejoraría su juego de asociación.
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Por otro lado, en Alemania hay rumores de que un equipo, todavía anónimo, quiere llevárselo. Mal no le vendría, pues su biotipo se ajusta al fútbol físico de la Bundesliga. Además, la exigencia del dinámico fútbol alemán le ayudaría a no descuidar su sobrepeso, exagerado por los medios pero ocasionalmente real. Suponiendo que el club interesado no es el Bayern ni el Dortmund, ir a un equipo de media tabla sería una apuesta más segura que la de Sevilla, un club de primer nivel en el que un mal estado de forma circunstancial podría chamuscarlo.
Sea Alemania, España o cualquier otro país de la Europa occidental (mejor quedarse en México que perderse en Turquía o Croacia), la apuesta deber ser apuntar a nuevos retos. Edwin está en un momento clave y la decisión que tome marcará su carrera con tinta permanente. Es hora de que él mismo vea si su fútbol da para la élite europea. Vale la pena arriesgar y cruzar el charco.
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