Ecuador empezó las eliminatorias como la gran sorpresa. Debutó ganándole a Argentina en el Monumental, cabalgó con puntuación perfecta hasta la cuarta fecha. Se supo poderoso. Luego le tocó sufrir y perdió al hilo contra Colombia, Brasil y Perú. Ahora, después de pasarle por encima a Venezuela, está tercero. Quien le haya seguido no dudará en decir que es favorito para conocer Rusia. Esta doble fecha contra Uruguay y Venezuela le sacamos la radiografía, línea por línea, al equipo de Gustavo Quinteros.
Arquero:
Si este escrito lo coge desapercibido, es probable que el apellido Dreer lo sorpenda. Es normal, pues el arco ecuatoriano ha tenido en Alexander Domínguez a su celoso dueño. Sin embargo, desde la fecha 9, en el partido contra Chile, Quinteros pateó la pizarra y le dio la titularidad a Esteban. Tiene 35 años, una Liga Lituana y tres Ligas ecuatorianas encima. Ha jugado Champions League y es un feroz ataja penales. Contra Uruguay no tuvo un partido fácil y en el segundo gol se comió el rebote. Pero contra Venezuela, cuando el partido ardió, respondió: balón abajo difícil a Rincón en el primer tiempo y atajada al ángulo a González en el segundo. Parece haberle ganado el pulso a Domínguez, no es loco, es un arquero de fiar.
Si no le conoce, no se apene, disfrútelo atajar.
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Defensa:
Contra Uruguay Quinteros alineó la defensa que conocemos todos, la de memoria: Ayoví, Erazo, Achilier, Paredes. Son los elegidos desde el proceso Rueda para clasificarse al Mundial de Brasil.
Paredes es un lateral atrevido, adicto al ataque, que aunque sufre para defender, le ha venido muy bien su paso por el fútbol inglés para mejorar en marca. Ayoví, con más de 115 partidos con la Selección, aunque no puede escaparle a sus 37 años y no tiene el mismo despliegue de antes, podría escribir un manual del puesto. Cuando pasa al ataque lo hace con propiedad e inteligencia y su pierna izquierda es exquisita. Por eso, en campo rival, muchas veces ejerce de volante organizador interior. Ante la falta de un armador neto en el equipo, Quinteros busca aprovechar el GPS de Ayoví; el gran Walter es el caso emblema del lateral que merece la número 10.
Top 3 de Zurdas en Eliminatoria Sudamericana: 1. L.Messi. 2. J. Rodríguez. 3. W. Ayoví.
En cuanto a Erazo y Achilier, con respeto, son el punto más flojo del equipo. Son centrales óptimos, claro, que además se conocen hasta el cuarto apellido del otro. Sin embargo, por el modus operandi del equipo, de transiciones a todo vértigo, sufren a chorros con delanteros rápidos. Su lentitud les pasa factura y no brillan con el balón en los pies. Esta doble fecha, además, Ecuador supo sufrir por arriba. Contra Venezuela, dejando ver aires de renovación, Quinteros apostó por Mina y por Luis Caicedo. Aunque la ‘Vinotinto’ no los puso en aprietos, Mina abrió el partido con un gran cabezazo y Caicedo fue correcto. Se conocen de Independiente del Valle y son la nueva generación de Ecuador. Mina será un fijo.
Posdata: Ojo con Pedro Pablo Velasco. Tiene 23 años, la está rompiendo en el Barcelona de Ecuador y Quinteros lo ha ilusionado llamándolo por primera vez a la absoluta. Oímos a colegas ecuatorianos pedir su titularidad en el lateral derecho.
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Volantes
En Ecuador, después del ‘Toño’ Valencia, el mejor de todos se llama Christian Noboa. Ha jugado todos los partidos de la Eliminatoria. Es la brújula del equipo, la pausa, el equilibrio. Promedia 77% de precisión en los pases y, aunque solo ha hecho una asistencia, no se dejen confundir, es el corazón del Ecuador. Contra Uruguay mantuvo el nervio del equipo y fue clave en la intención de mandar la parada en el Centenario y robarles la pelota; contra Venezuela fue invisible pero eficaz.
La novedad para esta doble fecha, en el segundo volante central que usa Quinteros, se llama Jefferson Orejuela. Tiene 23 años y es complemento ideal para Noboa. Técnicamente deslumbra, le ofrece pase entre líneas al equipo y mucha dinámica. Además, se siente atraído por el área rival. Propio de la inexperiencia, tuvo que salir en el Centenario por tarjeta amarilla, pero debutó muy bien. Contra Venezuela le puso picante al por momentos pantanoso funcionamiento ofensivo.Ya brilló en la Libertadores con Independiente Del Valle, ahora lo hace en Ecuador. Jefferson Orejuela: anótenlo en su libreta de jugadores a seguir.
Gambeta, velocidad e inteligencia: qué bien vienen los volantes centrales así.
Adelante de los dos volantes centrales, contra Uruguay y contra Venezuela Quinteros optó por una línea de tres y un punta. ¿Los elegidos? Valencia, Bolaños e Ibarra. A Enner y a Miller los conocemos bien. El primero, aunque se muere de frío en el banquillo del Everton, es eléctrico y tiene nivel europeo. Quinteros lo usa de extremo, le responde muy bien en ataque pero no puede disimular que es delantero y entonces sufre en defensa. Renato Ibarra es otro típico extremo ecuatoriano. El jugador del América de México es cada vez más importante para Quinteros. Aunque cuenta para la Selección desde Reinaldo Rueda, no está entre los actores principales del equipo. Esta doble fecha, sin Valencia y sin Montero, se supo dueño del puesto y brindó despliegue e inteligencia. Fue el mejor del equipo contra Uruguay, y contra Venezuela volvió a brillar. Otra variantes más de peso. Ecuador es un equipo de golpe a golpe, que en estas dos fechas demostró necesitar del balón porque cuando lo atacan en velocidad padece.
A Bolaños, Quinteros lo entiende como enganche. Es otra culebra más, le funciona al vértigo ecuatoriano pero no es un organizador, no es un GPS y entonces, como contra Uruguay, Ecuador extraña el último pase. En el Centenario de Montevideo, Quinteros lo intentó todo: ingresó a Cazares, a Jaime Ayoví y a Fidel Martínez pero tropezó, una y otra vez contra la muralla uruguaya. Ecuador es todo vértigo, todo piernas, todo habilidad, pero a veces pide a gritos a un teórico. Contra Venezuela, sólo pudo romper el florero al minuto 51′, y luego, con espacios, terminó divirtiéndose.
Posdata: El recambio de Ecuador de la mitad para adelante es extravagante. Esta doble fecha no estuvo ‘Toño’ Valencia ni Jefferson Montero. Aun así, Quinteros contó con una línea de tres top y con un recambio privilegiado con Fidel Martínez y Juan Cazares. Ocho o nueve jugadores que todos quisiéramos tener.
Posdata #2: Ojo con José Stalin (sí, Stalin) Caicedo. Tiene 17 años y Quinteros ya le da la chance para jugar con los mostros de arriba. Algo debe tener.
¿Le gustan los volantes? Entonces no puede perderse este tremendo texto: Nos robaron la pelota)
Delantero: Malhumorado, guapo, técnico, ese es Felipe Caicedo. Aunque no ha logrado ser titular en el Espanyol, no es gratis que le hayan dado la número 10: disfruta con el balón, usa el cuerpo como pocos y sabe jugar de espalda. En Ecuador es el delantero que nadie quiere mover. En esta doble fecha, en el Centenario, se supo fajar con Godín y con Coates y aunque sufrió la falta de ideas en el último cuarto de su equipo, la que tuvo la mandó a guardar: jerarquía en pasta. Contra Venezuela no tuvo un gran partido, salió bramando como un toro bravo cuando lo cambiaron, agrandado. Pero a ‘Felipao’ le perdonan todo. Saben los ecuatorianos, sabemos todos, que al número 9, al de la llave del gol, hay que mimarlo.
Regalo final: Este lindo clip de la vida de ‘Felipao’. Una bestia.
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