Nunca en la historia del fútbol un equipo tuvo tanta liquidez para fichar en tan pocos días. La Secretaria Deportiva del Barcelona tiene una responsabilidad gigante: hacer que el Barca, sin Neymar, sea mejor que con él.
El traspaso de Neymar al PSG debe ser tenido como el símbolo del fútbol de estos días. Hay eventos que marcan procesos y generaciones. Este es el caso. Las exorbitantes cláusulas de 200 y 300 millones eran, hasta hoy, simbólicas. Sellos de lealtad que consignaban en papel la pertenencia “para siempre” de una estrella con su club.
Con una operación que entre cláusula, bonificaciones, primas, impuestos y salario supera los 500 millones de euros, el fútbol moderno llega a un terreno temerario y desconocido. La salida de Neymar no es un golpe de un club a otro, sino de una liga aspirante a una dominante.
El Barca, por su lado, debe y puede reponerse. Si bien viene padeciendo el dominio en Europa de su máximo rival, cambió de entrenador y acaba de perder a uno de sus mejores jugadores, tiene todavía a Messi en plenitud, una excelente plantilla y más de 270 millones de euros para reforzarla. Pues a los 222 de la cláusula hay que sumarle 50 que ya tenía presupuestados para rehacer el mediocampo.
El reto es enorme. Esos 270 millones deben alcanzar para suplir la baja de Neymar y darle al equipo lo que antes de la salida del brasilero se tenía como urgente. El tema es de calidad y no de cantidad. A continuación, los nombres que necesita el equipo de Leo.
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Un nuevo malabarista, regateador, ‘destraba’ partidos.
La salida de Neymar supone perder al mejor gambeteador de Europa en las últimas tres temporadas. Desde que llegó al Barca fue el que más gambetas completó en Champions, con 178.Y en las dos últimas ligas nadie en el fútbol de élite superó sus 311 regates.
El Barca pierde muchísimo desequilibrio en su extremo izquierdo. Es el jugador que más penaltis provocaba y el que más faltas recibía del equipo. Por tanto, es obligatorio fichar a un jugador muy desequilibrante. Que destrabe defensas en ataque estático y sea un avión cuando haya metros para correr.
Como Suárez seguirá siendo el nueve del equipo y Messi se mantendrá en modo conductor, hay que traer a un diestro que como Neymar sea un rayo de afuera hacia adentro. Por eso fichar a alguno de los zurdos que salen en la prensa como Dembelé, Griezmann o Dybala sería un gran error. Dybala es una versión muy desmejorada de Messi, ofrece cosas similares en proporciones muy inferiores, y Griezmann perdería mucho fuego pegado al extremo izquierdo.
En ese sentido, los jugadores idóneos para hacer cumplir con ese rol son Alexis, Coutinho y Hazard. Sería espectacular ver al belga en el Camp Nou. El ‘Duque’, a su estilo y en sus días, es tan imparable como Neymar. El Barca tendría cinco atacantes y en caso de que Arda Turan recupere su nivel, podríamos sumar un sexto.
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Volver a ser el Barca de los volantes
El resto del dinero debería usarse para volver a construir al ‘Barca de los volantes’. La salida de Neymar puede ser una gran oportunidad para que el equipo abandone la dicotomía a la que nos acostumbró: la MSN y los demás. Para que vuelva a ser un equipo más compacto para presionar y defender, más junto, con líneas menos partidas.
Los recursos para fichar alcanzan sobradamente para dos volantes de alto vuelo técnico. Interiores que refuercen y potencien el corazón del modelo de juego del Barcelona. Desde hace rato Iniesta ha demostrado que no está para jugar miércoles-domingo-miércoles a su nivel. Rakitic es un gran jugador pero no es el llamado a suplir el rol de don Andrés. La Secretaria debe fichar jugadores del perfil de Kroos y Modric. Nombres que le permitan al equipo mandar e imponer condiciones en la mitad de la cancha.
Por características, ninguno mejor que Verratti para ser el ‘nuevo Xavi’. El Barca debería contraatacar y quitarle al PSG un trozo de su suculenta pizza. También debe ir a por Ander Herrera. Con ellos dos el medio campo es negocio cerrado. Si franceses e ingleses dicen no, el plan B debe estar en Fabregas, David Silva, N´zonzi y Pjanic.
Un delantero por fuera.
La tercera prioridad del Barca es hacerse de otro delantero por fuera. Aterrizando los números no le alcanzará para un súperclase, pero esto no es excusa para no traer un delantero que como Alcácer por dentro, sea una óptima alternativa por fuera. ¿Mi favorito? Vitolo.
Señores de la Secretaria Deportiva: manos a la obra.
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