Hablar de Pirlo es infinito. Intentar resumir su carrera es una necedad. Pero recordarlo es vivir y ser feliz por un ratito. Acá 4 barbaridades suyas.
1. Esto pasó en Alemania. En Dortmund. En el Westfalenstadion. Fue el 4 de Julio del 2006, a las nueve de la noche: sí, en la semifinal del Mundial de Alemania. El local, con Ballack, Klose, Podolski y Lahm era el gran favorito. Al frente, la Italia de Andrea. Después de 90 minutos prendidos en fuego pero sin goles, después de un córner, el balón buscó el pie de Pirlo. Entonces el genio se puso nervioso. Muy nervioso.
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2. Esto tuvo lugar en Kiev, en el Olympic Stadium. Fue por cuartos de final de la Euro 2012 que se jugó en Hungría y en Polonia. La Inglaterra de Rooney, de Gerard, de Ashley Cole y John Terry empató 0-0 en tiempo regular y tiempo extra contra la Italia de Pirlo y Balotelli. Entonces llegaron los penales. Balotelli hizo el primero. Montolivo falló el segundo. Los nervios eran la norma. Sudaban las manos y los pies. Hart, arquero inglés, con monerías y movimientos ansiosos, desconcentraba a los italianos. Andrea, con otra monería, le siguió el jueguito.
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3. Esto fue en Italia, en el 2001. En el estadio Delle Alpi. La Juve de Del Piero, Inzagui, Trezeguet y Antonio Conte (el capitán) recibía, altiva, al Brescia de un tal Roberto Baggio. Al minuto 85 el planeta estaba en órbita y el local conseguía los 3 puntos, ganaba uno a cero. Entonces Andrea, al que ahora algunos le llaman Mozart, flotando en la bomba central vio correr a Baggio y se descachó.
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4. Lo que viene a continuación pasó en el Ennio Tardini, estadio del Parma. La serie A recién comenzaba y el Milan, después de años muy grises, con Robinho, Ronaldinho e Ibra en cancha, soñaba con empezar bien. La victoria lo haría lider. Al frente, el Parma de Crespo, de Govinco y de Antonio Candreva. Equipo jodido. Aunque el visitante inclinaba la cancha, el marcador, obstinado, mantenía su silencio. Andrea, al que algunos le llaman Tinkerbell, al no encontrar compañeros cerca, a 50 metros del arco rival, entró en desespero. Le pegó a cualquier parte.
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