Ningún futbolista colombiano tocó el cielo tan rápido. Su ascenso fue meteórico, pero su caída fue en picada. ¿Sabe dónde está? Lo estamos buscando.
Nelson Rivas hizo su nombre en Colombia, fue campeón con el Tolima y campeón con el Cali. Pero fue en Argentina en donde se hizo leyenda. En 2007, recomendado por Omar Labruna, terminó con la banda cruzada. River Plate lo hizo suyo. “Soy una mezcla entre Yepes y Córdoba. Vengo a ser campéon”, dijo Rivas y sonrió. Sus dientes blanquísimos y sus cachetes enternecieron al Monumental.
En Argentina solo consiguió un título: su apodo, el que lo hizo famoso. ‘Tyson’ Rivas, así lo bautizó el diario Olé por su parecido con el boxeador y por su estilo recio. A Nelson le encantó su apodo y lo hizo valer en un Superclásico contra Martín Palermo. Una entrada durísima con la que enamoró a una hinchada que valora la entrega y el sacrificio más que el buen pie y la filigrana.
Lea también: Se busca: Juan Pablo Pino
Seis meses fueron suficientes para que ocurriera el milagro. El segundo. Su representante, Fernando Hidalgo, el mismo de Crespo, Burdisso y otros ‘mostros’, lo puso en el Inter de Roberto Mancini. En menos de 180 días, Rivas había conseguido lo que muchos tardan años en conseguir, y lo que muchísimos otros ni siquiera imaginan.
Nelson se emocionó tanto que casi se le para el mango. Recién aterrizado tuvo un problema cardiaco que lo alejó dos meses de las canchas. Después jugó intermitentemente y alzó el Scudetto a final de temporada. En la 2008/09, su carrera tocó techo con la llegada de José Mourinho. Jugó un total de 38 partidos, marcó dos goles y disputó la Champions League. El Liverpool y United tuvieron el placer de enfrentarlo. Volvió a levantar el Scudetto, pero se estrelló. El cuento de hadas duró lo que un estornudo.
Le puede interesar: Diamante en Bruto: Juan Camilo ‘El Cucho’ Hernández
Se rompió la rodilla y José dejó de contar con él. Se fue cedido al Livorno, revivió, volvió al Inter, volvió a caer, y terminó cedido en el Dnipro ucraniano. Allí jugó dos minutos (sí, dos) antes de ir a la MLS. El gran logro de su carrera fue estar inscrito en la nómina del Inter que ganó el Mundial de Clubes en 2010.
En el Montreal Impact compartió vestuario con Nesta, y no mucho más. A sus 33 años, en 2015, pensó en retirarse, pero el Depor FC de la B lo convenció de seguir divirtiéndose. La cosa no prosperó y hoy está desempleado.
Lo último que se supo de él es que está jugando en el equipo de ACOLFUTPRO, una iniciativa para jugadores desempleados que buscan mantenerse en forma para volver a aspirar por un contrato. Aproveche, ya no cobra lo que cobraba en Milán y, además, es buena gente.
No se vaya sin leer: Ellos son lo peor del fútbol
Foto: