Durante el grito de gol somos capaces de lo mejor, pero sobre todo de lo peor. Esta es una recopilación de las celebraciones más provocadoras que se hayan visto en una cancha de fútbol.
‘Carachito’ Dominguez: El crimen pasional
Arrancamos con esta porque es una vendetta a título personal. Sangrienta. Algo así como un beso de la muerte, pero sin beso y sin muerte.
Fue en el Metropolitano de Barranquilla. Juan Guillermo Dominguez hizo el 1-0 para el Junior, pero el gol fue lo de menos. El menor de los hermanos Dominguez engañó a Mondragón y, entre putazo y putazo, corrió a la zona técnica del Cali, se arrodilló frente a Leonel Álvarez y, en su propia cara, lo ejecutó de un “flechazo” en el pecho.
¿La razón? Fácil. Juan Guillermo actuó cegado por el amor incondicional a su ídolo y hermano mayor, Álvaro ‘El Caracho’ Domínguez. Tras el asesinato, ‘Carachito’ declaró que, aunque fue un crimen pasional, Leonel lo tenía muy merecido por no contar con su hermano y por enviarlo a entrenar con el equipo juvenil del Cali.
Uno por los hermanos es capaz de matar…
PD: Si usted es perspicaz se dará cuenta que ‘Carachito’ imita la clásica celebración de su hermano: el arco y la flecha
Robbie Fowler: El “drogadicto”
Pero espérese. Una cosa es apuntarle a un entrenador con un arco de mentira en un estadio a medio llenar, en la fecha siete de la liga colombiana. Otra cosa es aspirar, cual cocaína, la línea de gol de tu eterno rival después de marcarle el gol del empate en uno de los clásicos más importantes del fútbol mundial.
Así siempre fue Fowler, impulsivo y polémico. La hinchada del Everton lo acusó desde la tribuna de ser un drogadicto y él no tuvo problema en darles la razón. Y todo le salió redondo: hizo el gol del empate, se “dopó” y, cinco minutos después, con otro gol, le dio la vuelta al marcador. Por cosas así es que Robbie es una leyenda viva de Anfield.
El chistecito le costó una multa de 32.000 libras esterlinas y seis partidos de suspensión, además de una disculpa pública. Un loquillo…
Nuri Sahin: La venganza se sirve fría
Dos minutos para el final, partido calientísimo, 1-1 en el marcador y Lukas, agrandado, provoca a Nuri Sahin. “Drei-null, drei-null”, repetía el alemán, refiriéndose a la paliza que Alemania le había dado a Turquía en la pasada fecha de las Eliminatorias para la Euro. Nuri respondió con el balón…
¿Celebrarlo con sus compañeros? ¿Para qué? Mejor cruzar toda la cancha y dedicárselo a su amigo Podolski. Pues así fue. Nuri tomó impulso y deslizándose sobre sus rodillas, con una sonrisa de oreja a oreja, se lo cantó a Lukas. El otro, incrédulo, no tuvo más remedio que rascarse la cabeza y hacer como si nada. Como si no le importara.
El pez muere por la boca…
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Luis Suárez: Liberen a ‘Willy’
Que la Premier League sea la mejor liga del mundo se debe en gran medida a las estrellas sudamericanas que llegan a la isla. Sin ellos, sin la astucia inigualable que sólo se nutre de este lado del mundo, algo le quedaría faltando al frío y veloz fútbol inglés. Los ‘sudacas’ son la guinda en el pastel, la chispa, el valor agregado.
Por eso, esta celebración es especial. En los días previos al Derby de Mersyside, David Moyes, frío como el que más, no tuvo reparo en tildar a Luis Suárez de piscinero -¡¿Quién, en su sano juicio, es capaz de provocar al ‘Pistolero’?!-. El uruguayo, herido por la declaración, no tuvo más remedio que hacer gol.
Luego, recordando su primer viaje a Orlando, en frente de Moyes, emuló con maestría a Shamu, la ballena más famosa del mundo. Vaya manera de piscinear, Luisito.
Cristiano Lucarelli: Amor por la camiseta
A sus nietos Lucarelli les tendrá que decir que el fútbol es un deporte ingrato, en el que la mayoría pierden o pasan al olvido. En sus 20 años como jugador de fútbol profesional, Cristiano pasó por 13 clubes y tan sólo ganó dos títulos, una Copa del Rey con el Valencia y una Copa de Italia con el Napoli (sentado en el banquillo). Las vitrinas de sus sala están vacías.
El fútbol de Lucarrelli definitivamente no da para escribir un libro. Sin embargo, su apellido se resistirá a perderse gracias a la celebración que usted verá a continuación.¿Qué le pide el hincha al jugador de fútbol? Que se enamore de la camisa que defiende. Lucarelli entendió el mensaje y llevó el amor a su máxima expresión. Enhorabuena, Cristiano, eso es amor verdadero.
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Bonus:
En Hablaelbalón no somos envidiosos y reconocemos cuando nuestros colegas futboleros tienen talento. Lo invitamos a disfrutar esta recopilación de grandiosas celebraciones. Deléitese.
Al autor del vídeo no lo conocemos, pero por favor, si está viendo esto, contáctenos. Usted se merece una condecoración.
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