La opinión de los culimnistas no refleja necesariamente la de Hablaelbalón.
No sé si sea un complejo de inferioridad no resuelto o simplemente el hecho de que nos resulte noble vanagloriarnos por los éxitos de otros, pero los colombianos somos insoportables cuando hablamos de nuestros futbolistas. Por eso se me hace tan difícil escribir estas líneas, porque aunque honestamente considero que Umititi y Piqué todavía están un escalón por encima, creo que el entrenador del Barca la está cagando con el tema de Mina.
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Para arrancar, lo primero es preguntarse por qué lo trajeron a mitad de temporada y no después del Mundial. Lógico. Luego de la salida fortuita de Mascherano era necesario traer un cuarto central para pelear por todo. En ese contexto, la posibilidad de contar con un central top por 12 millones de euros —en este mercado que está loco— era un gangazo. Por eso llegó Mina: para darle descanso a Piqué y Umititi.
Aunque el timing no era el más esperanzador y a pesar de no haber tenido pretemporada para acoplarse a la idea, la situación del Barca en Liga (le lleva nueve puntos al segundo) parecía perfecta para darle vuelo al nuevo. Además, el equipo tuvo que jugar nueve partidos en menos de un mes y esto le “exigía” al entrenador rotar a sus centrales para llegar con el equipo titular fresco para los octavos de Champions. Colombianismo ciego a parte, lo lógico era pensar que a estar alturas Yerry ya iba a tener aunque fuera noventa minutos encima.
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Mina llegó el 12 de enero y el Barca jugó el 14 y el 17, por Liga y Copa respectivamente. Parece que el transfer no había llegado e igual no iba a lugar pensar que con menos de una semana de entrenamientos lo iban a poner. Luego, el 21 jugaron por Liga contra el Betis. A Yerry no lo llamaron porque se consideró que todavía no estaba listo. El Barcelona ganó con solvencia, pero hubo un suceso importante: Vermaelen salió lesionado. Ahora, sin Mascherano, con Vermaelen roto y con Umtiti volviendo de una delicada lesión muscular, todo apuntaba a que Mina comenzaría a tener minutos. A mitad de semana se jugaba la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Espanyol y ese parecía un partido demasiado grande para debutar, pero el fin de semana siguiente, contra el Alavés, sí era el día perfecto. Todos lo marcamos en el calendario.
Valiente sorpresa. Umtiti, recién llegado de una lesión, y Piqué, con casi todos los partidos de la temporada a sus espaldas, repitieron titularidad contra el Alavés. La historia se repitió contra el Valencia y el Espanyol por Liga. Congelado, Yerry vio todo desde el banquillo. El chiste se pone mejor.
Este fin de semana Piqué salió lesionado por distensión de ligamentos y estará un mes de baja, Umtiti se ganó una amarilla que lo priva del próximo partido de Liga y Vermaelen sigue entre algodones. La pregunta es obligada: ¿qué diablos está haciendo Valverde? Si traen a un central (colombiano, alemán, afgano o chino, da la misma) para darle descanso a los titulares, y además el margen de puntos en Liga es suficiente para foguear a un jugador nuevo, ¿qué le impide ponerlo?
Motivos hipotéticos hay dos. El primero, y ojalá sea este, es que consideró que todavía era muy pronto y que se trataba de partidos con demasiada presión (aunque realmente nada estaba en juego) para echarlo al fuego. Ahora, por cobardes y por no planificar bien, Mina tendrá que debutar en una semifinal de Copa del Rey en Mestalla y Piqué, en el mejor de los casos, llegará recién recuperado para el partido contra el Chelsea. Si lo que querían era no echarlo al fuego, les salió el tiro por la culata.
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El segundo motivo, el que acabaría la discusión antes de comenzarla, podría ser que el técnico considerara que Yerry simplemente no está para el Barca. En caso de ser así, lo primero sería preguntar para qué lo fichó y lo segundo, aceptar que de ahora en adelante, ante la falta de centrales, Valverde saldría a inventar con los remiendos locos de los que ya habla la prensa catalana: Digne de central, usar un central del filial o retrasar a Busquets. Todo mal. El mundo al revés.
P.D. El último sería un escenario apocalíptico y triste, pero por favor, si eso pasa, ahórrese el comentario en el Instagram de Valverde. De verdad que nos hace quedar terrible.
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FCB Noticias