En Hablaelbalón ya nos cansamos de candidatos chimbos para dirigir a Colombia y decidimos postular al nuestro.
Se ha hablado de muchas nombres durante estos meses: algunos son humo de primera, a otros tocó descartarlos por la ineficiencia de los dirigentes y realmente, aunque dicen que hay más de cincuenta hojas de vida en el escritorio de Jesurúm, todo está nublado. Han llegado a sonar nombres que no ilusionan a nadie como Dunga. Entonces, si de nombres al aire se trata, hay un tapado que nos genera ilusión. Por las siguientes razones, en Hablaelbalón creemos que Marcelo Gallardo sería el candidato perfecto para dirigir a Colombia.
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Es una opción real
Acá soñamos con Bobby Martínez y con Dalic, nos encantaría contar con Guardiola, a quién no, pero maduremos. Seamos realistas. El abanico de opciones de técnicos a la altura de Pékerman es muy reducido y en ese contexto Marcelo no es un imposible.
Lleva cuatro años en River y después de la histórica Libertadores que acaba de ganar, podría dar por terminado su ciclo en Núñez. Así, una oferta suculenta de una selección interesante como la nuestra podría seducirlo. Es posible.
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Doctor del fútbol suramericano
Como jugador y como entrenador, Marcelo conoce bien el desnucadero que es el fútbol suramericano. Está al tanto de la idiosincrasia y de ese competir a toda costa y con todo lo que esté disponible. Aunque una cosa es la Eliminatoria Suramericana y otra cosa distinta es la Libertadores, ambas comparten el espíritu exacerbado de competencia y marrullería. Gallardo está toreado por el continente.
Mentalidad superior y jerarquía
Un tipo obsesivo, perfeccionista y que no deja nada al azar. Parecido a Don José, Marcelo se exige a sí mismo como le exige a sus jugadores. No le come cuento nadie, ni a nombres ni apellidos, no le tiembla el pulso para poner a los pelaos o jalarle las orejas a los veteranos. En River es bien conocido que se da paseos por el humilde fútbol paraguayo para buscar refuerzos desconocidos. Está loco, como todo los entrenadores que marcaron una época.
¿Y lo mejor? Con el periodismo también es implacable: no soporta la mala leche ni las imprecisiones en la rueda de prensa.
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Amor por el balón y el fútbol ofensivo
Siempre que pudo lo dijo, el gran referente de su carrera como entrenador fue el Barcelona de Guardiola. Aunque durante sus cuatro años en River ha tenido altibajos y seguramente en la propuesta nunca pudo volver a volar tan alto como el equipo que le sacó la Suramericana a Nacional, Gallardo siempre ha intentado ser protagonista. Su apuesta es por respetar el balón, por tratarlo bien, por salir a atacar y por gustar.
Su propuesta se ajusta a nuestra identidad. Eso sí, aunque ama darle libertad a los diferentes, tácticamente es muy meticuloso y riguroso.
La Mística ganadora
La aspiración del entrenador es estética en primera instancia, sin embargo, como buen técnico argentino, sus equipos también saben sufrir. Ante todo son grupos ganadores, equipos de oficio y extremadamente competitivos. Algo parecido a lo que hace el Cholo con su Atlético de Madrid. ¿Y qué mejor para la Eliminatoria Suramericana, ah?
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Un hombre de proyectos
River trajo a Gallardo para terminar de fijar una base sólida luego de su vertiginosa vuelta a Primera. ‘El Muñeco’ ha cumplido y alrededor de él, de a poco, se ha construido la nueva cara de River. Y no solo en términos de títulos. Actualmente, el club goza de un bienestar empresarial, saca jugadores importantes y siempre pelea en Suramérica.
Su único lunar ha sido no poder hacerse con la liga local.
La gestión del vestuario y conocedor del futbolista colombiano
En Argentina se le reconoce como a un líder ejemplar y a pesar de que se sabe de su mano dura, públicamente no se la ha conocido conflictos anormales con sus dirigidos. Es verdad, que nunca ha dirigido a una estrella de los quilates de James, pero es un hábil gestor de egos y saldría bien librado.
Además, ya ha demostrado saber lidiar con el jugador colombiano. Juanfer Quintero y Borré llegaron a sus picos de rendimiento bajo su manto.
Sin duda, un candidtazo el ‘Muñe’.