La llegada de Tomas Rincón a la Juventus, sin duda, tomó por sorpresa al planeta fútbol. Sin embargo, si pensamos con cabeza fría en las características y en el ADN del actual técnico de la ‘Vecchia Signora’, todo cobra sentido.
Para entenderlo hay que volver a los orígenes de Allegri. Basta con revisar su paso por el Cagliari –donde se dio a conocer– y Milán para entender que Tomás es el tipo de jugador que más le gusta y mejor se ajusta a la que ha sido su idea a lo largo de su carrera como entrenador.
En Cagliari, el italiano paraba un tridente de mediocampistas compuesto por Andrea Lazzari, Daniele Conti y el para entonces joven Nainggoilan. Ningún artista. Tres jugadores fuertes, de contención, con gran despliegue defensivo. Recuperar y entregar, nunca inventar. Así como Tomás.
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Después, en el Milan, la historia fue la misma. Durante sus cuatro temporadas al mando, Allegri implementó un medio campo de tres, alternando siempre entre jugadores con características muy similares: Van Bommel, Gattuso, Flamini, Ambrosini, Muntari, Nocerino y De Jong. Todos perros de presa. Las pocas excepciones fueron Montolivo y Pirlo, que fue relegado al banco.
A excepción de Khedira, y ahora Leminá, antes de la llegada de Tomás, la Juve no tenía más jugadores de ese corte. El alemán es quizás uno de los mejores en su posición y si está bien es titular indiscutible. El joven gabonés, aunque tiene gran potencial, no termina de despegar. Entonces, la llegada del capitán de la selección venezolana responde a la necesidad de Allegri de contar con un jugador consolidado y acostumbrado a la Serie A, que además se ajustara perfectamente a lo que él entiende por un volante de contención.
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Desde que llegó, Rincón no ha tenido oportunidades suficientes para demostrar que no se equivocaron con su fichaje. En Serie A acumula 38 minutos desde enero. Una cifra despreciable para el que fuera uno de los grandes referentes del Genoa. Sin embargo, la temporada es larga y la Juve compite en todos los frentes. Minutos habrá para todos.
Tomás deberá tener paciencia y confiar. Él sabe que está hecho a la medida de su entrenador.
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Vanguardia
