La marca The Best quiere decir “El mejor”, el mejor sin importar la nacionalidad, el país, el equipo y si ganó poco o mucho.
Esta vez, el ganador estaba cantado. Cristiano era más que favorito. Tuvo dos meses estelares en los partidos definitivos de la Champions. Partidos contra el Bayern, Atlético de Madrid y Juventus que tienen las audiencias más altas de la temporada. No hubo un futbolero en la tierra que se perdiera en directo su exhibición de jerarquía en esos partidos de tanto nivel.
La versión más ‘nueve de área‘ de la carrera de Cristiano fue la más determinante de todas. Sí. Pero es imposible reconocer que coincidió además con los mejores meses de la carrera de Carvajal; con un Modric y un Kroos extraordinarios; con un Benzema en modo Benzema; con un Keylor felino; y un Casemiro incombustible. El portugués fue la cereza del postre, el último eslabón de una estructura armónica. Es acertado decir que el Cristiano más decisivo, al que reconoció este premio, fue también el menos participativo. El más callado.
Es en sí mismo contradictorio y problemático dar un premio individual en un juego colectivo. Sin embargo, si se va a hacer, se debería ponderar lo que hace un jugador en relación con sus posibilidades y su herramientas y no en relación con los títulos colectivos obtenidos.
También puede leer: El ‘enemigo’ de James en el Bayern
Cristiano ganó 4 títulos en la temporada, pero el nivel que le vimos en los últimos cinco partidos de la Champions no fue el que tuvo todo el año. De agosto a noviembre del 2016 vimos a un jugador poco fino en los últimos metros, sin desequilibrio en el uno a uno y lejos de su ritmo goleador. Tuvimos que esperar cinco meses para verlo bien. La curva física y el plan de dosificación de sus minutos le salió a las mil maravillas a Zidane. Un mérito enorme. No obstante, es una mentira que Cristiano en lo individual tuvo una temporada redonda. Al lado de la cualquier jugador sería una temporada de 10 puntos, al lado de la temporada de Messi es una de 8.
En el plano individual, Messi, una vez más, voló por encima de todos. La marca The Best quiere decir “el mejor”, el mejor sin importar la nacionalidad, el país, el equipo y si ganó poco o mucho. Cristiano jugó con un equipo que colectivamente tuvo una temporada inmejorable, Messi en un equipo que jugó muy por debajo de su potencial y en ese contexto el que demostró ser el mejor cada tres fue el argentino.
Esta temporada ‘La Pulga’ fue un equipo de fútbol en sí mismo: generador de juego, último pase, gambeteador, lanzador, goleador, ejecutor de tiros libres y penaltis. Lo hizo todo. Durante todo el curso sostuvo un nivel estratosférico. No hubo altibajos. Fue una de las mejores de su carrera.
El goleador de la liga, la bota de oro, el jugador que más produjo situaciones de gol y el segundo jugador con más gambetas completadas en Europa. Leo sostuvo en sus hombros una temporada deficiente del Barcelona. Sin Xavi, con un Iniesta que estuvo lejos de su nivel y un Neymar de momentos, Messi fue principio y final del juego.
El Barca ganó en el Sánchez Pizjuán con Messi como salvador. En el Calderón por Liga él solito hundió al Atlético y así también lo hizo en Copa del Rey. Como olvidar aquel memorable 2-3 en el último minuto en el Bernabéu, o su doblete en Mestalla, o su partidazo en el 3-0 contra Athletic en el Camp Nou. En todos los partidos contra los rivales más fuertes de la liga jugó a un nivel muy alto y siempre fue determinante. Nunca se escondió, siempre apareció.
También puede leer; Russo: el 9 debe ser Ayron
Alguno recordará la serie contra la Juventus. Entre el partido de ida y de vuelta, el Barca generó seis opciones claras de gol y cuatro salieron de sus botas. Suárez, Iniesta, Umitti y Rakitic fallaron. En ese tipo de partidos tan exigentes ni con el mejor alcanza. Si el equipo no acompaña a Messi, el argentino no volverá a ganar la Champions, igual, si mantiene este nivel, seguirá siendo el mejor.
Finalmente, la situación de Argentina era otro motivo de peso para premiarlo. Con él Argentina gana el 85% de los puntos, sin él el 35%. La diferencia es dramática. Este año contra Colombia, Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador fue el mejor del partido. Sin Leo Argentina estaría comprando 23 televisiones para poder ver el mundial.
Messi fue The Best. No tengo duda. Los títulos no cambian eso de “ser el mejor”, que hasta donde sé es lo que se pretende reconocer con todo esto.
También puede leer: Nos convine NO ser cabeza del grupo del mundial
Foto: goal.com