Estamos buscando a Giovinco, el italiano que se puso la ’10’ de la ‘azzurra’ y que prometía ser el sucesor de Del Piero en la Juventus. ¿Sabe dónde está? Ayúdenos a encontrarlo.
¿Dónde está Giovinco? Si usted puede responder esa pregunta sin acabar el artículo, es un futbolero de verdad.
Nació en cuna milanista pero sabrá Dios por qué desde los nueve años empezó a jugar en las inferiores de la Juve. Al menos lo hubieran metido a las del Torino, ¿o no?
En 2006 después de casi diez años de estar buscándola en inferiores por fin la encontró: la Juve se fue a la B por amañar partidos, algunas de las grandes estrellas dijeron ‘arrideverci’ y lo ascendieron al primer equipo. Y en cuestión de un añito debutó y demostró que tenía cositas de crack: entre tacos y fintas, se la terminó poniendo a Trezeguet para que la mandara a guardar. Al lado de Trezegol (1.87M) parecía un niño de colegio (1.64M), pero es que sus ciento sesenta centímetros de altura eran de pura calidad. Ese año jugó dos partidos más y puso otra asistencia.
En mayo de 2007 todo volvió a la normalidad: Juventus ascendió, llegó Iaquinta y al Giovi le tocó buscar equipo. El Empoli se lo terminó llevando en McCombo con Claudio Marchisio.
Jugando en Toscana debutó en primera contra la Fiore. Desde ese día jugó casi siempre: se puso las botas 36 veces más, metió 6 goles y dio 4 asistencias. A final de temporada el Empoli se fue a la B(erga) y el enano, fintando un par de trámites, pudo volver a la Juve.
Pero volver a Juventus era entrenar hasta que le salieran cayos en los pies o ser uno más de los olvidados. En un mes se ganó un hueco en el once de Ranieri. Claudio lo puso a jugar en Champions y Giovinco le respondió con dos asistencias. Poco a poco lo fue soltando más y la Hormiga la pisó tan bien que hasta el presi se enamoró de su gambeta: le renovó hasta 2013. Esa temporada jugó 27 partidos, metió 3 goles y puso 8 asistencias.
Papá Ranieri se fue y llegó Ferrara, que no tuvo afinidad alguna y solo lo puso a jugar 19 veces en un año. Menos cotejos igual a menos participaciones de gol: clavó un pepo y dio una asistencia. Si antes tocaba ponerse gafas para verlo en la cancha, con lo que jugó esa temporada tocaba usar microscopio. Acabó sus labores con la Juve y se fajó la de Italia para la Euro Sub-21. Lo escogieron en el XI ideal del torneo. En tu cara, Ferrara.
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El toque de balón que mostró en el Europeo hizo que desde Reggio Emilia se lo llevaran. En el Parma llegó a hacer dupla de ataque con Crespo. Se acostumbró al vino y al parmesano: jugó 32 partidos, clavó 7 pepos y puso 6 pasegoles. A la temporada siguiente en el Ennio Tardini ya le decían ‘MaraGiovinco’ por los 16 goles y las 13 asistencias que se mandó. Prandelli le pegó una llamadita y lo puso a debutar con la absoluta de Italia.
En 2012 Conte lo pidió para iniciar su proyecto en la Juve. Antonio sí le tuvo fe y se convirtió en su revulsivo favorito: hizo goles de todos los colores y sabores, 11 en 42 partidos. También dio buen toqueteo con 7 asistencias. Dato de color: en octavos de final de Copa Italia metió su gol 12 con la Juve, con la casaca 12 en la espalda, al minuto 12 del segundo tiempo, el 12/12/12.
Acabó la temporada y se fue Del Piero. Se creyó el cuento de ‘Hormiga Atómica’ y pidió la 10. Pero ‘nanay cucas’, le dieron la 12. Jugó la 2012/2013 a media máquina: metió 3 goles y 6 asistencias en 30 partidos. Ya no gustaba tanto en el Allianz Stadium y se terminó yendo gratis en el último día del mercado invernal de 2015.
El Toronto se metió la mano al dril: le puso siete millones de dólares en la mesa por temporada para que firmara por cinco años. También le dieron la 10, jajaja. Se convirtió en el jugador mejor pago de la MLS. Pero pa’ que, valió cada centavo de dólar: en su primer año rompió récord de asistencias (16) y goles (22), lo nombraron MVP de la MLS y Rookie del año. Con este combazo terminó ganando la liga y cuatro copas más: Bradley, Altidore, Cheyrou y Van der Wiel.
A pesar de que no paró de meterla, en Italia les valió no llamarlo para que se pusiera la ‘azzurra’: «El problema es que si juegas en ese tipo de liga, y te acostumbras a jugar en ese tipo de liga, se convierte en un problema de mentalidad» dijo Ventura antes de quedarse fuera de Rusia 2018… Luego Mancini no se mandó la misma macana y lo convocó para una fecha FIFA después de tres años.
Parece que en Toronto había encontrado su lugar en el mundo, pero un cambio de frente mató el sueño de Seba de querer retirarse allá: la directiva le ofreció un contrato paupérrimo y el Giovi dijo que no iba más. 142 partidos, 83 goles y 52 asistencias fueron los números que dejó en Canadá.
Llegaron los petrodólares a su mesa. Cualquiera que ve los verdes se ablanda, no nos digamos mentiras. El Al Hilal se lo llevó barato por tres millones largos pero con un sueldo fuera de este mundo. Los árabes lo pusieron a jugar con otros amantes del fútbol exótico: Bafétimbi Gomis, Gustavo Cuéllar, Carlos Eduardo y André Carrillo.
Ya lleva 33 partidos, 6 goles y 8 asistencias en Arabia. Sí, sí, ya tiene 33 años, pero los que lo vimos en sus mejores días sabemos que aún le da para más. Si lo ve por ahí, bronceándose en alguna playa cerca a Riad, dígale que en Hablaelbalón lo estamos buscando, que extrañamos sus forma de pisar el balón a toda velocidad.
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