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Es muy difícil entender por qué Luis Muriel no es titular en el Atalanta. Desde la pretemporada ha demostrado que su pálido pasado en el Sevilla es, precisamente, pasado. Ahora, tras su primer hat-trick con el equipo de Bérgamo, volvió a cerrarle el pico a sus detractores y pide campo en las portadas de los diarios deportivos. Lucho se caracterizó por buenos arranques de temporada en el pasado, pero nunca a este ritmo. ¿Será que aún no hemos visto la mejor versión de Muriel? Todo invita a creer que no.
Después de la goleada que el Atalanta le metió a Udinese (su ex-equipo), Gian Piero Gasperini, su entrenador, dijo que Lucho “puede ser más letal”. Suena a motivación chimba, pues Muriel acababa de meter tres goles, pero esa declaración, junto a la decisión de no tenerlo como titular indiscutible, muestra que algo ve Gasperini en Muriel que aún no sale a relucir en el campo. Bajo su mando y a pesar de jugar poco, el colombiano es el segundo goleador de la Serie A (8 anotaciones) por detrás de Immobile y por delante de Duván Zapata. E incluso así, Gasperini cree que Muriel está para cosas más grandes.
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Y es que aunque muchos se enteren hasta ahora, en Europa el talento de Muriel es bien valorado. El mismo discurso de Gasperini lo dio Vicenzo Montella cuando dirigió al colombiano en la Sampdoria (15-16), en el Sevilla (17-18) y en la Fiorentina (2019). Montella nunca pudo explotar el nivel de Muriel al máximo porque nunca lo tuvo un año entero en la plantilla, pero siempre que habla de él lo describe como un talento extraordinario. Lucho ha tenido destellos esporádicos: hizo un buen Mundial Sub-20 en 2011, tuvo un inicio alentador en Udinese y una breve racha con el Sevilla. Es su regularidad, nunca su potencial, lo que se ha puesto en duda.
Pero ahora parece que, más vale tarde que nunca, dio con un proyecto idóneo y un entrenador que entendió como llevarlo de a poco, provocarlo y darle regularidad a su talento. Que nos gustaría saberlo titular siempre, claro, y ojalá Lucho siga en ascenso y llegue al nivel que su entrenador espera de él. Por ahora, de a pocos, y con paciencia, estamos disfrutando de la versión más regular y emocionante de Muriel en los últimos años
Si Gasperini logra que Muriel explote y —¡por fin!— cumpla la promesa de su talento inatajable, entonces no nos quedaría otra que montarle una estatua en el Metropolitano.
