Equipos eternos: Independiente Medellín 2003

Cómo olvidar a la banda de ‘Mao’ Molina, Tressor, ‘Choronta’ Restrepo y David Montoya que por poco toca la Copa Libertadores.

Antes de que el fútbol se viera en HD, antes de que Win Sports se adueñara de la Liga y cuando Toyota patrocinaba la Libertadores, en Medellín existió un equipo de miedo. En la nómina estaban todos los dulzones del fútbol colombiano. Venían de ganar el Torneo Finalización y llegaron a la Libertadores con hambre de gloria.

Por esos días el Atlético Nacional estaba lejos de ser la tromba de los últimos años, así que si pensaba que hablábamos de los verdes, está equivocado. El equipo de moda era el DIM. Tenían a todos -no es joda- TODOS los magos del FPC. Tressor Moreno, Mauricio Molina, David Montoya, y hasta se daban el lujo de tener al rockero David González en el arco. Mejor dicho, para resumirles, cuentan que en los camerinos el carisellazo era el que definía los titulares.

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El sorteo los puso en el mismo grupo de Boca, Barcelona de Guayaquil y Colo Colo. Arrancaron, preciso, con el más grande, y salieron derrotados. La Bombonera los mató y cayeron 2-0. Luego, en casa, despacharon a los ecuatorianos con un pepinazo de Choronta y se quedaron con los puntos. En Chile volvieron a perder 2-1, la llama de la esperanza se les fue apagando. Pero, en casa, contra Boca, en un Atanasio lleno hasta las tripas, ganaron al último minuto con un derechazo de David Montoya y la banda respiró. Seis puntos a falta de dos partidos.

Si quiere ahorrarse el resumen vaya al minuto 1:49 y disfrute del golazo de Montoya.

Con la obligación de ganar seis de seis, la banda subió a la altura de Quito a por el todo. Se trajeron tres puntos que costaron sangre: empezaron ganando 1-0 y, cuando el cuento se complicó, la zurda mágica de ‘Mao’, la potencia de Tressor y la precisión de Montoya completaron un 2-4 a favor. De ganarle a Colo Colo, en el último partido, se compraban la clasificación. Esa vez no aparecieron los magos y los conejos no salieron del sombrero, pero igual se ganó. Jorge Serna, obrero del fútbol, puso los dos quemonazos y pagó los petacos de todo el estadio.

El matamata, la hora de la verdad, los mandó al General Pablo Rojas a matarse con Cerro Porteño. El profe Víctor Luna, sin miedo y borracho de adrenalina, los puso a todos. Los magos le respondieron y el gordo Montoya, el mismo de siempre, infló la malla visitante -que vale doble-. “Listo, estamos pues” dijeron todos. Vaya mentira. El fútbol canalla los quiso ver sufrir. Empate y penales. Penales y victoria. Victoria y cuartos. Cuartos y Gremio do Portoalegre.

En cuartos ya este equipo no le temía a nada, los trucos les salían de la suela, jugaban un fútbol feliz. Tanto es así, que en Arena do Gremio empezaron ganando al minuto 2 con un chanflazo de ‘Mao’. Obvio, el partido se enredó y se volvió un tropel. Al final fue un 2 a 2 luminoso. Tite, entrenador de Gremio, terminó aplaudiendo el tuya y mía, el dame que te la devuelvo, de Montoya y Molina, par de fenómenos. En Medellín, el Atanasio, reconvertido en un sancocho de gente, cocinó a los brasileros 2-1 (goles de Serna y William Vázquez Chacón) y el caldo que quedó sirvió para alistar el festín de las semis.

De las mejores noches que ha vivido el Atanasio

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Al mismo tiempo que en Medellín la pólvora iluminaba la noche, en Cali la salsa del América hacia feliz a los del diablo. Ambos estaban en semis y el pueblo colombiano gozaba con los dos. Las noches de Libertadores por Fox Sports rompían en rating. El rival de semis fue el Santos de Brasil del Robinho púber y malabarista, Doni, arquero experimentado, Elano el quarterback…

En la comelona en Brasil no hubo plato para los del DIM y con un gol de Anderson al 80 otra vez vino la angustia. Sin embargo, los del míster volvieron con sangre en los ojos. En Colombia, con el país ardiendo, el estadio pintado de rojo y azul, y una lluvia de extintores, Tressor y ‘Mao’ dieron la pelea por el triunfo. Empezaron ganando con gol del morocho trotamundos, pero los brazucas lo dieron vuelta y fueron creando la frustración. El gol de ‘Mao’, a minutos del fin, fue un pinche premio de consolación.

Al final, ni América ni el DIM lograron la hazaña. Pero sí que hicieron gozar. Boca, uno de los equipos que cayeron en el Atanasio, fue el campeón de la Copa. Nuevamente casi, nuevamente “ahí”. Vale la nostalgia. Vale recordar.

Pille, por si tiene tiempo, acá está el compilado de toda esta maravillosa historia del DIM del 2003. Disfrútela:

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GolCaracol