Estamos buscando a Fabián Castillo, el ‘Cuadradinho’ que Pékerman llevó alguna vez a la Selección. ¿Sabe dónde está? Ayúdenos a encontrarlo.
Su carrera empezó -como la de casi todos los ‘niños genios’ del país- en la cantera del Cali. Llegó a los ocho años a la escuela de formación del club y de inmediato su picardía y velocidad impresionó a los profes y humilló a los demás peques del club. El pasto y los balones de Pance cuentan que no hubo quien se salvará de una gambeta, ni mucho menos de una cuqueada.
Así, entonces, ascendió en las inferiores y se formó como un extremo veloz cual leopardo y coordinado como el mejor salsero de Cali. Con ese fuego en los pies, debutó el 19 de julio de 2010 de la mano del profe Jorge Cruz. Los primeros noventa no fueron nada fenomenales. Pero lo que vino después… ¡mamita, querida!
Qué feliz era y qué felices nos hacía. ¡Tenés que volver, Fabián. / El País
En aquella temporada, aunque demostró ser un tipo de pocos goles, llamó la atención del mundo entero por su gambeta, su capacidad de asistir y sus movimientos endiablados de cintura a la carrera. Al final, en el año jugó 17 partidos, marcó 3 goles y ganó la Copa Colombia. (Lea también: Se busca: Michael Ortega)
En el siguiente año le bastó jugar un solo partido para irse del país. En un principio, la prensa, en su lenguaje en señas de humo, lo colocó en Benfica, Udinese, Brescia. Todas mentiras. La verdad, al final, fue que a Fabián le tocó tramitar la visa y viajar a Estados Unidos para jugar la MLS con Dallas F.C, el equipo del profe Oscar Pareja. “No era lo que esperaba, pero estoy satisfecho”.
Allá, sin entender nada, debutó en marzo, volvió locos a los gringos y se ganó la convocatoria al Mundial Sub 20 en Colombia. Junto a Michael, James y Muriel, jugó cuatro partidos y metió un golito. De regreso a Dallas, continuó dando clases en la MLS. Partido a partido, agarraba el balón y empezaba: “Mirá, esto es una cuca, esto una cola de vaca y el numero en mi espalda, el 11, es el de los crás, ¿oís?”.
Salsa y samba. Fabián y un tal Oscar. / Foto: F.C. Dallas
Con el paso de los años, se convirtió en ídolo del equipo y en la ciudad competía por la corona de rey con Dirk Nowitski, el CR7 de los Mavericks (NBA). En total, duró cinco años en la MLS. Y estaría ahí, de no ser por el llamado de Pékerman a la Selección. De ahí en adelante, ascendió como una flecha y asimismo, como la flecha, descendió. (Le puede interesar: Se busca: Johan Vonlanthen)
Pocos meses después de su primer partido con la Selección (2015) se confirmó su venta al Trabzonspor de Turquía. Los turcos, esperando un nuevo Teo Gutiérrez, lo recibieron para la temporada 2016-2017. Le dieron tiempo, minutos, partidos, pero jamás se entonó. Esta vez en turco -vaya lengua labreríntica- no pudo hacer lo mismo que con el inglés. Ni dio clases, ni aprendió. Y luego de dos temporadas, 48 partidos y 3 golitos, se perdió en el mundo.
A veces, por momentos, fue feliz en Turquía. / Foto: footbalnews
Hoy, si lo googlea, le aparecerá que juega en Tijuana, en México. Y sí, es cierto, no son fake news. Juega, pero muuuuy de vez en cuando y la pólvora, el fuego y la cintura de salsa brava, las tiene escondidas en alguna parte y asusta, pues parece que no están cerca de volver.
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Foto:
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