Ya se jugaron tres fechas de la Liga Águila y de a poco los equipos se van asentando en la tabla de posiciones, como también los goleadores, entre los que aparece un nombre desconocido para muchos, el de Carlos Peralta con 4 pepinos.
Peralta es un tipo del montón, no vamos a mentir. Debutó como profesional hace casi diez años ya, en el 2009 con el Envigado. Claro que vale la pena rescatar que no es producto de la ‘Cantera de héroes’, pues jugó en las inferiores del Quindío después de salir de su natal San Antero de Córdoba.
Del equipo naranja se llevó poco más que la experiencia de jugar en primera, ya que en los poquitos partidos que jugó no metió un solo gol.
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Salió de allí en 2011 para comenzar su peregrinaje por la B del fútbol colombiano, un ecosistema mucho más acorde a lo que hasta el momento había demostrado como delantero y en el que deambularía por 5 años. Pasó por Leones y Rionegro antes de aterrizar en Cali para jugar en aquel América que parecía disolverse en el infierno de la B.
En el 2015 volvió a su tierra, la costa caribe, para jugar en el Unión Magdalena en donde viviría sus mejores momentos como jugador. Estuvo dulcesito todos los doce meses que pasó en Santa Marta y terminó el año con 18 golsitos en la bolsa, casi la mitad de los que hizo todo el equipo bananero en la temporada.
Ese gran momento llamó la atención de varios en primera y permitió que llegará a La Equidad en enero del 2016. Durante su primer año, si bien es cierto que no fue el mismo ‘killer’ del Unión, supo ganarse un puesto en la titular del equipo y llegó a diciembre con 9 para nada despreciables goles.
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En los primeros días del 2017, el año en el que seguramente Carlos pensó llegaría la explosión que le permitiría afianzarse como delantero de primera, pasó lo peor: en uno de esos amistosos insignificantes de pretemporada se rompió el ligamento cruzado anterior.
Tardó 10 meses en volver a las canchas y cuando lo hizo… volvió a recaer. Terminó el año con un par de juegos nada más y un futuro cercano gris.
Pero este año Carlos le cumplió al lugar común de volver “más fuerte” y, con la rodilla tonificada, hizo 7 goles el semestre pasado y en este, con cuatro goles en tres partidos, va en solitario como goleador. Es un delantero fuerte, generoso, bravísimo para jugar de espaldas y con un misil en la derecha. ¿Por cuántas fechas más se vestirá la camiseta de goleador?
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