La Selección de Brasil goleó 5-0 a la Selección de Perú.
CopaAméricaHB | Brasil 5-0 Perú Baile monumental. Samba. Capoeira. Carnaval. Martinho Da Villa, Ronaldinho, Tom Jobim, Garrincha, Pelé, Zico, Vem Magalenha…
Con perdón el de los peruanos: qué tarde tan bella, tan hermosa. Gabi Yisus (Tetinha), Arthur, Everton, Dani Alves, todos despertaron al niño interior que los futboleros llevamos dentro. Con sus paredes, con sus pases sonrientes, con sus burlas –prohibidas por el espíritu adulto–, sus filigranas y su libertad absoluta nos hicieron sentir otra vez el olor del primer balón.
La fiesta arrancó rápido. Pelota parada, doble, triple, cuádruple cabezazo, sonido de malla y grito de gol: “AAAAJJJ”. Más que un grito, un suspiro de placer, como cuando tomamos una limonada fría en una tarde caliente.
Luego vino la muerte de los peruanos. Gallese, el arquero, el responsable. Firmino: el encargado de disparar –sin mirar– y acabar con el espíritu de Perú. ¡BOOM!
Con el 2-0, entonces, llegó la liberación absoluta y los amigos que, por cosas de la vida, juegan para todo un país, empezaron a jugar para alegrar a sus familias, a sus vecinos, a todo lo que representa la bandera del orden y progreso. Pero sobre todo, para divertirse.
Y tacos. Y pases sin presión. Y libertá. Y felicidá. Y Everton y su dominio del cuerpo y su movimiento de cintura. Y el “OLÉ, OLÉ” de la torcida. Y las caras largas y la tristeza de Perú, más que por la derrota, por la envidia. Qué fútbol mágico e imposible el de Brasil.
Gareca, sin saber qué hacer, empezó a sacar a los suyos: a Paolo para protegerlo de este abuso que no merece, a Oreja a ver si rescataban un golecito, y finalmente a Cueva porque quería que le dejaran de hacer goles (entonces mandó a Ballón). Los que queremos al Perú de Eliminatorias y Mundial nos vamos extrañados.
Nos quedamos con Dani Alves demostró que él también es ‘10’ y que a sus 36 años sigue siendo un niño que corre detrás del balón. Tiró una, dos y tres paredes antes de celebrar con sus hermanos. Y Willian que demostró que los suplentes se divierten también cuando tiró un chanfle de FIFA (o PES para algunos).
Adiós, parceiros, gracias por todo.