Ayer la Superintendencia de Industria y Comercio formuló un pliego de cargos contra la FCF por un caso de corrupción en la venta de boletería de los partidos de la Selección. Acá le contamos, cortico y al pie, de qué se trata todo el rollo.
Después de diez meses de investigación, la Superintendencia de Industria y Comercio confirmó que varios directivos de la Federación Colombiana de Fútbol y de las empresas TicketShop y TicketYa diseñaron una estrategia para realizar una desviación masiva de boletas para los partidos de Eliminatorias al Mundial de Rusia. El lucro estimado de la triquiñuela fue de aproximadamente 13.000 millones de pesos entre el 2015 y el 2017.
Prólogo: La licitación
Todo comenzó hace tres años con la licitación que hizo la Federación Colombiana de Fútbol para asignar el contrato de operación de la boletería para los partidos de Colombia. Para ese entonces, Ricardo Rendón, presidente del Real Cartagena y accionista de la empresa TicketYa, le filtró información privilegiada a TicketShop para convencerlos de participar en la licitación.
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TicketShop se postuló junto a otras seis empresas y la Federación, ignorando la evaluación realizada por la firma Gamboa & Acevedo en la que se concluyó que la mejor oferta era la de Primera Fila (Cine Colombia), les adjudicó el contrato.
De hecho, la oferta presentada por TicketShop ni siquiera debió haber sido considerada, pues contenía dos precios de oferta totalmente distintos. Además, a parte del error, la Superintendencia asegura que la propuesta era claramente desfavorable desde el punto de vista económico, ya que implicaba que para que hubiese una mínima ganancia, debía mantenerse un aforo promedio de 80% durante los nueve partidos de la Eliminatoria, una meta severamente ambiciosa.
El desvío masivo y la reventa
Una vez se hizo con el contrato, TicketShop comenzó a ejecutar su plan. La vaina era así: antes de que las boletas para los partidos de Colombia en Barranquilla salieran a la venta, TicketShop le pasaba cierto número de boletas a TicketYa (la empresa de la cual Ricardo Rendón es socio) y esta se encargaban de venderlas con precios que llegaban hasta el 350% del valor oficial.
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El tema aquí es que toda la movida entre TicketShop y TicketYa, no solo era conocida por Ramón Jesurúm y otros directivos de la Federación, sino también co-ejercida con su colaboración. Es decir, Don Ramón y sus amigos, no solo sabían lo que estaba ocurriendo, también actuaban de manera directa en la estrategia fraudulenta. Supuestamente mantuvieron reuniones en distintas ocasiones con socios de TicketYa, justo los días previos a los partidos de la Selección.
La Superintendencia asegura que Jesurúm tenía la última palabra y era quien decidía la cantidad de boletas que iban a revenderse. Es pues, junto a ‘Luchito’ Bedoya el principal responsable del desvío de un total de 42.000 boletas.
En el pliego de cargos de la SIC sobre la reventa de boletería de la Selección queda más que claro que Ramón Jesurún era parte activa del "negocio"… "socio" pic.twitter.com/Zx6ejKziJJ
— Alejandro Pino Calad (@PinoCalad) July 31, 2018
En una de las pruebas recopiladas por la SIC puede verse como los socios de TicketYa conversaban sobre la situación futbolística de la Selección, preocupados, ya que esto incidía directamente en la cantidad de plata por las que podrían vender las boletas.
En el pliego de cargos que publicó la SIC hay varias referencias por parte de TicketYa a los “medios amigos” (Mauricio Correa, presidente de Win, por ejemplo) y las boletas de cortesía que les entregaban.
¿Y ahora?
La publicación del pliego de cargos por parte de la SIC solo significa que hay pruebas suficientes para abrir una investigación formal y tanto la Federación como Jesurúm ya comunicaron que se encargarán de desestimar todas las pruebas presentadas en su contra.
Sin embargo, el pasado viernes un grupo de investigadores de la Fiscalía se pasó por la SIC y recogió todas las pruebas recolectadas que sirvieron como argumento para presentar el pliego de cargos. Entonces, además de la multa económica (que serían, bajito, bajito, casi 80 mil millones de pesos), Don Ramón y sus amigos también podrían pagar años en la guandoca.
Ñapa: para tener en cuenta
Al momento de escribir este artículo, la Dimayor acaba de anunciar que Jorge Enrique Vélez será el nuevo presidente, en reemplazo de Jorge Perdomo. Una movida cuestionada, pues Pablo Robledo, el superintendente de industria y comercio, que dio la rueda de prensa en la que se hizo pública la acusación, es fiel militante de Cambio Radical, partido del que Vélez, hasta hace unos meses, fue director.
Ojalá que la investigación siga y caiga el que tenga que caer. Ojalá sea esto una coincidencia sospechosa y no (solamente) una movida política de Robledo para poner a su exjefe en la presidencia de la Dimayor.
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Foto:
El Universal
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