La Liga Águila 2018 2 llega a su final y estas son tres joyas que hoy valen oro.
Hansel Zapata (Equidad, 23 años)
Este es un tren. Un tren a lo Víctor Ibarbo, pero más técnico y menos aparatoso en el uno contra uno. Cuenta con uno de los cambios de ritmo más jodidos de la Liga: “si este te la tira larga, chao…”, nos dijo un reconocido scout del fútbol colombiano que lo vio sacar provecho de su velocidad y potencia desde que era un niño y jugaba en el equipo amateur Futbol Paz de Cali.
Además, aunque le falta estrechar su romance con el gol, tiene una pegada decente (pregúntenle a Viera por esa que pasó, con rosca envenenada, pegadita al palo el domingo y que casi obliga a los penales).
En esta liga, con 19 partidos, fue uno de los fijos de Luis Fernando Suárez. Solo hizo un gol, le pusieron una amarilla y lo echaron una vez.
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Johan Carbonero (Once Caldas, 19 años)
Es, sin duda, una de las noticias felices que le dejó esta liga al Once Caldas. Además de pasar por la Selección sub 20, en el torneo que pasó Bodhert le dio responsabilidad y le hizo saber que estaba listo para sorprender a grandes y chicos pegado a la raya (le sabe bien jugar tanto por la derecha como por la izquierda). Su velocidad con el balón al pie sorprende, en el último cuarto es una culebra –le encanta romper hacia dentro–, y aunque en este Once Velasco, Nieto y Rodríguez fueron los dueños de la pelota quieta, Carbonero tiene un guante en el pie.
Es cierto que da tristeza escribir que en el semestre no la mojó, pero no se preocupen, desde Manizales nos informan que en su ADN va escrita la palabra gol y que con más confianza (y cobrando los tiros libres) hará disfrutar.
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Estefano Arango (Rionegro Águilas, 24 años)
Aunque tiene una velocidad decente y disfruta del drible y el engaño, no es, ni por biotipo ni por juego, una culebra como los anteriores. Estefano es un jugador más cerebral, de esos que pegados a la raya, en una te mete un balón puñal y en otra te pinta a la cara con gambeta. Jugador impredecible y de muchas posibilidades.
Lo parió la cantera del Deportivo Cali y después, a préstamo, le fue bien a donde fue: Uniautónoma, Cúcuta, Patriotas y Alianza Petrolera. Excepto en Emelec, su último club antes de Rionegro,en el que jugó poco o nada y salió por la puerta de atrás.
Bernal lo tuvo en cuenta en 13 partidos de esta liga, en la que solo ha hecho un gol.
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