Nacional sigue en crisis de juego y no pudo pasar del 1-1 contra Millonarios en el Atanasio Girardot.
El miedo a perder…
Nacional sigue mal. La crisis de juego se mantiene y muy lejos quedó ese equipo de Rueda que era superior en todos los rubros: para jugar por adentro y para romper por las bandas. Da la sensación de que hacen falta los intérpretes, Castellani está en la olla y Aldo no es lo que promete. Por afuera Lucumí es un fantasma y Vladimir todavía no sabe de qué juega.
Aun así, en un tiro de esquina aislado, Dayro —a Dayro ponlo siempre, Almirón— hizo el 1-0 y para entonces Millonarios parecía muerto. Pero la tacañería de Nacional le dio vida. El miedo a perder hizo que Almirón (su asistente) se atrincherara: 5-4-1 para meterse atrás
Claro. Pasó lo obvio. Millonarios adelantó las líneas, subió a sus laterales y asedió el área de Vargas. En un rebote Marrugo dijo presente… Y chao. El miedo a perder mató a Nacional.
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Vladimir, el incomprendido
El caso de ‘Vlacho’ ya es preocupante. Después de tanto, en Medellín nadie sabe de qué juega, pues por adentro, por afuera e incluso de segunda punta ha sido intrascendente. Para Almirón no es titular y cuando lo pone, no rinde. No todo es culpa del entrenador
Hoy arrancó por afuera en el 4-1-4-1 y se le vio incómodo con la vocación ofensiva de Deiver, que en el primer tiempo pasó siempre. Es como si se sintiera desterrado. En el segundo tiempo tuvo 15 minutos jugando por adentro —Duarte entró para jugar por izquierda—, pero no se le vio nada. Salió después del gol de Dayro, puteando.
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Buenas noticias por las bandas
No todo debe ser malo. En la fecha cuatro, por fin, dio la sensación de que Nacional tiene laterales picantes. Helibelton hizo muy bien el movimiento hacia adentro que le pide el entrenador y Deiver, aunque puede (y debe) mejorar su toma de decisiones en el último cuarto, por fin fue atrevido y se hizo notar en ataque.
Con este van a cuatro partidos en los que Millonarios sale vivo del Atanasio. A diferencia de los anteriores, esta vez los de azul no hicieron un gran partido, esta vez fue la tacañería la que mató a Almirón.
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Futbolred
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