Si algo es el Cholo Simeone es un potenciador de talento y de condiciones futbolísticas. El turno ahora es para Santi Arias y de cara a su futuro en el Atlético, nos preguntamos cuáles son los laterales que se han convertido en cracks al son de los gritos de Simeone.
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Šime Vrsaljko
El caso de Vrsaljko ilusiona, pues es casi una analogía de lo que podría ser el de Santi Arias. Los inicios de su carrera transcurrieron en la sombra y fuera de los flashes. Primero en Croacia y luego en Italia. Antes del 2016, cuando el Atlético se lo compró al discreto Sassuolo, muy pocos eran los que conocían su nombre.
El Cholo lo recibió con los brazos abiertos y lo puso en boca de todos, muy a pesar de que nadie sabe cómo se pronuncia su apellido. Luego de dos temporadas al compás de Simeone, Vrsaljko fue uno de los laterales más destacados de Rusia 2018.
Su caso, decíamos, recuerda al de Santi porque comparten características que le encantan a Simeone: no negocian la actitud, son muy buenos para defender (“primero defiendo, luego, si puedo, ataco”) y porque todavía tienen mucho margen de mejora.
Apenas se enteraron que Vrsalijko se iba, cogieron la tarjeta de crédito y la pasaron por Arias.
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Juanfran Torres
Este no fue pedido del Cholo. Juanfran llegó al Atleti en enero de 2011, cuando el entrenador era Gregorio Manzano, un año antes de que llamaran a Simeone para intentar corregir el curso de un barco que parecía ir derechito al infierno.
Para entonces, Juanfran era apenas un buen jugador, y de hecho ni siquiera era lateral. Al Atleti llegó como extremo por derecha, luego de haber cuajado un par de buenas temporadas en el Osasuna. Uno del montón, diría cualquier despistado.
Con la llegada del Cholo todo dio un giro. Apenas lo vio, supo que sería su lateral derecho por excelencia. Desde entonces, solo las lesiones lo han movido de ahí. Sólido en defensa y lleno de recursos para ir al frente. Su transformación le abrió el cupo de la Selección española con la que fue a un Mundial y a dos Eurocopas.
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Filipe Luis
Filipe siempre mostró cosas, de hecho en 2009 cuando la rompía en el Depor sonó duro para el Barcelona, que finalmente se decidió por Maxwell. Luego vino un infierno y lo que muchos creyeron sería el fin: a principios de 2010 se fracturó el peroné y se luxó el tobillo derecho.
¿Quién querría a un jugador que hace apenas seis meses había sufrido una de las peores lesiones posibles? El Cholo, que huele las llamas del infierno. Lo llamó, le devolvió la confianza, lo aplicó en marca, pues antes atacaba mucho y apenas defendía, y lo convirtió en uno de los laterales izquierdos más cotizados de Europa.
Con los bolsillos llenos de títulos, en 2014 fue al Chelsea, pero no encontró la confianza que sí le dio Simeone en Madrid y al año siguiente volvió a tocar la puerta del Vicente Calderón, su casa.
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Lucas Hernández
El caso Lucas Hernández es especial. A Lucas lo esculpió el Cholo. Era central y apenas había jugado con el Atlético B cuando Simeone lo mandó a llamar. Su nombre se hizo famoso cuando, a manera de remiendo, lo pusieron de lateral izquierdo en un cruce de octavos de final de Copa del Rey contra el Real Madrid en la temporada 2014-15. El Atlético ganó 2-0 y la tranquilidad de Lucas para jugar llamó la atención, apenas era su tercer partido con el primer equipo.
A partir de entonces sus apariciones fueron esporádicas y luego de la salida de Miranda al Inter, el Cholo le abrió una plaza en el primer equipo para la temporada 2015/16. Desde entonces, Lucas ha ido ganando protagonismo y la temporada pasada la cerró como un lateral mucho más que cumplidor: una roca en defensa y con bastante convicción ofensiva. No en vano fue una de las grandes revelaciones de la Francia campeona del mundo. Este lleva a Simeone en el ADN.
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